InicioultimasOpiniónAlguien me pagó $ 100.000 y no sé qué hacer con ellos

Alguien me pagó $ 100.000 y no sé qué hacer con ellos

Alguien me pagó cien mil pesos  y durante el almuerzo pregunto a la familia de lo que podríamos hacer con ellos.

Mis hijas saltan de inmediato:

–    Podríamos comprar un televisor nuevo para el living – dice una.
–    Mejor vamos a almorzar a un restaurante chino, a comer guantan, suchi  o algo así.

– No, por ningún motivo. Esa plata se guarda – dice en cambio, la gorda, mi esposa. Tajante.

La miro asombrada.

–    ¿Es que no has leído los diarios, o escuchado en la televisión? El domingo El Mercurio decía que el país está entrando en una crisis económica, que hay mucho desempleo,  y en la tele dicen que los inversionistas están huyendo del país . ¿O no lo escuchaste también? Hay que guardar esa plata para los días malos…

La hija menor, que es algo así como una mezcla de Vallejos y Cariola, de esas que anda peleando por los perritos sin hogar, la extinción de las abejas, la situación de las focas y los pingüinos por el calentamiento global, y todas las causas semiperdidas, interviene molesta.

–    ¡Mamá, es que no te das cuenta que esa es una campaña del terror? Eso es lo que quieren ellos que creas tú. – afirma . Y le consulta a su pololo – ¿No es cierto, gordo?.

Y el aspirante a yerno, que tiene un título de ingeniero comercial, trata de explicar la situación “coyuntural “ del país, el tema de la  “inflación”, “deflación”,  y la desaceleración de la economía por un riesgo de sobrecalentamiento, el índice Dow Jones en la bolsa, etc, pero nos deja  a todos colgados.

Le pedimos que aterrice el tema:

–    A ver, supongamos que ustedes tienen un billete de diez mil pesos, y si  van al comercio y lo gastan, se produce una corriente de circulación en la economía, porque ese comerciante tiene una utilidad, puede renovar el producto vendido al mes siguiente, puede seguir dando trabajo a sus empleados, y así seguir moviendo la economía.

Se detiene un momento para ver si estamos entendiendo su explicación, y luego prosigue :

–    Pero si usted, porque le han dicho que se vienen momentos malos,  guarda ese billete y no lo gasta, ese comerciante no tiene utilidad, la mercadería se le queda en las estanterías, al mes siguientes no comprará otra, y probablemente dos meses mas tarde tendrá que despedir a un empleado. Y si eso usted lo multiplica por un millón de personas que hagan lo mismo, que se guarden la plata en lugar de gastarla, verán que la economía se detiene, los índices del comercio bajan, aumenta el desempleo…

–    ¿Ven? Es lo que yo digo… basta con echar a correr el rumor que la cosa ande mal  y la cosa empieza a andar mal ¿no lo digo?  Es como una profecía auto cumplida. Te van envenenando de a poco a través de los diarios – lo interrumpe mi hija.

Su pololo me mira dubitativo, observando mi expresión reflexiva.

–    ¿Entendió lo que expliqué tío? – me pregunta.

Es que él es de esa generación de los que no le dicen “suegro” al “suegro”, sino “´tío”.

–    Estoy pensando – le respondo.

Claro. Pienso que tal vez tenga que empezar por cortar la suscripción de El Mercurio en la casa, y bloquear canal 13 y Megavisión, para que no continúen  asustando a la pobre Gorda.

Pero ¡puchas!…  ¿y si con eso un pobre Edwards se queda sin empleo? ¿O cortan las teleseries turcas para el proximo año, ah?

Es complicada la cosa.

Mario Banic Illanes

Escritor

OvalleHoy.cl