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Bolivia: se le mueve el piso

Hemos ido apreciando que nuestros vecinos siguen buscando mantener un conflicto artificial, leyendo el Diario La Tercera, rescatamos lo manifestado por el Presidente Morales, quien “… negó hoy que su gobierno quiera condicionar o «chantajear» a Chile para restablecer las relaciones diplomáticas, pero pidió a las autoridades chilenas comprender que esa ruptura se debe a que «hay un tema pendiente», que es el reclamo marítimo boliviano.”

Lamentablemente para las aspiraciones bolivianas se está produciendo un reacomodo geopolítico en el mundo (Irán – Estados Unidos y entre Cuba y Estados Unidos), lo que provoca una distención y se le acaban los aliados naturales. Más encima, empieza a perder el poder potencial que le dan los hidrocarburos. Desde el punto geopolítico, Bolivia cuando diseño su táctica para arrinconar a Chile y conseguir soberanía en el Pacífico con “mano mora”, tenía “espaldas” geopolíticas, pero hoy no es así. De allí todos estos esfuerzos y de agresividad para obtener su objetivo, ya que, están conscientes de estos cambios.

Recordemos que Chile siempre ha estado dispuesto a tener relaciones pero sin condiciones, pero aquí coloca la condicionante de “…que en los próximos cinco años se logre una solución a la demanda boliviana de un acceso soberano al Pacífico” (Idem.Diario).

El Tratado de 1904 fue muy beneficioso para Bolivia pese a que fueron derrotados, y como afirma el historiador Oscar Espinosa M, “Chile le concedió tantos beneficios, que a la simple vista parecía más que un vencedor, un vencido”. Ellos no han sabido utilizar la cualidad marítima que obtuvieron por este tratado.

Dentro de los beneficios otorgados tenemos: Construcción a cargo de Chile, en toda su extensión, el Ferrocarril de Arica a La Paz y ceder gratuitamente el tramo a ese país (costo 2.750.000 Libras Esterlinas de la época o 13.365.000 de Dólares de la época). También sirvió de aval hasta el 5% de los capitales dados en préstamo a Bolivia para la construcción de los ferrocarriles del interior a un costo de 595.000 libras esterlinas o 2.891.700. Dólares. Se le entregó para su uso discrecional 300.000 libras esterlinas o 1.458.000 dólares. Además se pago los créditos reconocidos por Bolivia a compañías mineras y el saldo de un préstamo obtenido en Chile en 1867, sumando 337.500 libras esterlinas o el equivalente en dólares de 1.640.250. Hay que agregar 2.000.000 pesos oro de 18 peniques para la cancelación de diversas obligaciones (préstamos y deudas) de Bolivia por un total de 150.000 libras esterlinas o 729.000 dólares y por si fuera poco hay que agregarle que tiene asegurado el libre tránsito de mercaderías sin pagar tasas, impuestos y otros gravámenes (datos, obtenidos de un escrito realizado por un Capitán de Navío en retiro de la Armada de Chile).

De allí, que Chile no puede regalar territorios que le pertenecen por una “posible convivencia armónica” con nuestros vecinos, ya las pérdidas de territorios nos han demostrado que los apetitos siguen igual y si los bolivianos quieren salida “soberana” al mar que le pidan a sus “aliados peruanos”.

Chile, de una vez por todas, en los territorios soberanos amagados, debe hacer sentir su presencia.

OCTAVIO ÀLVAREZ CAMPOS

PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA

COQUIMBO  

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