InicioultimasOpiniónChile debe valorar su futuro en el mar.

Chile debe valorar su futuro en el mar.

Nosotros hemos crecido escuchando la frase “que vivimos de espaldas al mar”, pero sacando cuentas rápidas, resulta que dependemos de él, mucho más de lo que imaginamos. Por ello, es necesario en este mes tan especial para nuestro país, referirnos a esta estrecha relación entre el mar y la chilenidad. Recordemos que los chilenos somos herederos de la relación de los pueblos originarios con el territorio marítimo. Pueblos que habitaron la costa. Entre otros la cultura Chinchorro en el norte y los Alacalufes (“Kaweskar”) en él sur.

En este mes tan significativo nos dejó un hombre que fue un apasionado del mar y un pionero de la investigación submarina, nos referimos al doctor Alfredo Cea Egaña (Q.E.P.D.), el cual realizó innumerables aportes, entre ellos, bajar hasta los restos del buque “La Esmeralda” y obtener las primeras imágenes de ella. En una ocasión manifestó  “no entiendo, encuentro triste, que los buzos de ahora no se preocupen por defender el mar. Queda muy poco. Se ha saqueado el mar de Chile. Hay piedras peladas en las que crecían los erizos, los picorocos y por supuesto los locos”, (junio de 1998 a la revista especializada en buceo inmerso. Diario La Región, 15 de mayo 2016, página 16).

Por ello, es importante el rol de la ciencia en el mar, debido a que ayudará a obtener respuestas a la sobrepesca o por las alteraciones producidas por el cambio climático, que permitirá que la acuicultura (considerada  la industria alimentaria del futuro) se consolide como un desarrollo sustentable de la industria pesquera en general para el beneficio de todos los chilenos. Actualmente hay una crisis y que se debe afrontar, ya que como lo dice un representante de la empresa Camanchaca; “si uno quiere alimentar al mundo, debe ser responsable y entregar el producto todas las semanas (…) Hoy, Chile está siendo reemplazado en los mercados norteamericanos por europeos, y el peligro es que eso se vuelva más permanente”. (Diario El Mercurio, sábado 14/05/2016, pág. B7).

Nuestro país, consciente de la importancia del mar, adscribió al “Regionalismo abierto” que se impuso en 1994 en Indonesia (Cumbre de Bogor), basado en cuatro elementos: la máxima extensión y profundidad posibles de la apertura unilateral; el compromiso de seguir abriendo la economía a los países no miembros; la voluntad de extender la liberalización regional sobre una base de reciprocidad y el reconocimiento que cualquier miembro del APEC puede extender unilateralmente su liberalización en el marco del APEC. Con ello, Chile se integra a los circuitos económicos y esperamos que tome un rol protagónico en el presente y futuro.

Uno de los grandes desafíos es cruzar la Cordillera de Los Andes y, por ende, buscar soluciones a los problemas de transporte, energéticos y de telecomunicaciones con soluciones reales y concretas.

Chile tiene un litoral de los más ricos en recursos marinos de todo el planeta y somos un extenso puerto sobre el Océano Pacífico. Además, sostenemos una política de apertura e integración económica que nos coloca en una posición favorable para disfrutar de esta riqueza y llegar a convertirnos realmente en un puente y puerto con nuestros vecinos en un ambiente de reciprocidad, para articularnos con la Cuenca del Pacífico y la del Atlántico.

OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO.   

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