Hace unos días publicamos una nota en la que nos alegrábamos de la buena disposición de la Municipalidad de Ovalle de prevenir la contaminación visual en la ciudad, en especial en el sector céntrico de la misma.
Hacíamos notar que en este sector se puede observar en casi todas las superficies – muros, postes, basureros, etc. – cubiertas de papeles que publicitan un evento artístico, social, una actividad comercial y hasta la búsqueda de una mascota extraviada, contraviniendo la ordenanza municipal que lo prohíbe.
En la oportunidad desde la Municipalidad se nos dijo que ellos han ha venido retirando de los muros principales esta propaganda, además de ponerse en contacto a través del teléfono o direcciones que allí aparecen con los autores de estos para informarles que están infringiendo una normativa local y advertirles de las sanciones que podrían sufrir de persistir.
Y nosotros aplaudimos de pie esta buena disposición de la autoridad para mantener limpia la ciudad. Porque no sólo se trata de mantener cuidados parques, grandes y hermosas piletas con juegos de aguas danzarinas y luces, una plaza y paseos peatonal con sus pisos pulcros y libres de basura y excremento de perros y palomas, sino también incluir los muros, postes, y otras superficies libres de pegatinas, colocadas una sobre otra sin que nadie se preocupe de retirarlas.
Ayer jueves, en un recorrido por el centro pudimos ver que persisten los papeles pegados en los muros, ofreciendo ventas o compras, de vehículos, arriendo de inmuebles, anuncios de servicios, y el mismo gitano que vende y compra vehículos usados a quien no le fue suficiente el tirón de orejas recibido. Pero también grandes afiches que promocionan espectáculos musicales con la presencia de artistas nacionales.
¿En que quedó la intención de mantener limpia la ciudad, o sólo fue una expresión de deseos que no fue llevada adelante? O, como se dice en el campo, se tuvo partida de caballo inglés…
Lo deseable es que lleguemos al mes aniversario de la ciudad con un rostro limpio, hermoso, una ciudad de la que no sólo nos sintamos orgullosos de ella una vez al año, sino los 365 días de este. ¿Es mucho pedir?
M.B.I.
