Se suele manejar ambos términos como sinónimos de un mismo acto: provocar intencionadamente un fuego. Sin embargo hay diferencias.
Mientras el pirómano es un trastorno del control de impulsos relacionado con la provocación de incendios y la atracción por el fuego; el incendiario en cambio es un individuo que provoca un incendio con premeditación y planificación. Los motivos que llevan a un incendiario a actuar pueden ser diversos, desde la simple estupidez, el afàn de lucro – por ejemplo cobrar un seguro o habilitar un terreno de bosque para la construcción habitacional, – o simplemente la maldad.
En marzo del año 2014 fue detenido un sujeto identificado como E.S.A.C., 26 años, domiciliado en Libertad abajo, acusado de ser el autor del incendio de una vivienda en la población Bellavista. Tenía antecedentes penales por un hecho similar , cuando en agosto del 2011 incendió un importante tramo de bosque en La Chimba, y se sospecha sería el autor de otros varios siniestros similares ocurridos entre ambas fechas.
El imputado sujeto sin embargo fue declarado inimputable por padecer el trastorno de la piromanía.
En los últimos meses en Ovalle han ocurrido 12 incendios de vehículos que, de acuerdo a las sospechas de bomberos, fueron causados de manera intencionada, pues no existían motivos para una ignición.
Los dos últimos en la madrugada del lunes. Uno de ellos en el pasaje Francisco González, una camioneta cargada con muebles, de propiedad de la pequeña empresaria Marjorie Aracena Flores, estacionada frente a su domicilio. El otro, un camión cargado con neumáticos en el pasaje Fernando Bingvignat, ambos en la población Fray Jorge.
Marjorie Aracena se manifestó desolada por lo ocurrido a su vehículo “mi herramienta de trabajo”, aseguró. Pero además atónita cuando al concurrir a hacer la denuncia, supo que en lo que va corrido del año en la ciudad habían ocurrido DOCE incendios similares, pero que no hay una investigación en curso.
En este caso, a diferencia del anterior en el que se trataba de un insano mental, se estaría en presencia de un o un grupo de incendiarios cuyo único móvil es el de hacer daño o, lo que es aún peor, la estupidez.
Cualquiera sea el motivo o la causa, es urgente que la policía y las autoridades adopten medidas para ubicar al o a los responsables y traer tranquilidad a la población y en especial a los propietarios de vehículos que suelen dejarlos estacionados durante las noches en la vía pública expuestos a estas mentes desquiciadas.
