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Daño a la democracia

Cuando vemos grupos de personas escupiendo, insultando, lanzando piedras y golpeando a un ciudadano por pensar de manera diferente, todo esto mientras lo tachan de fascista, se me hace difícil darle sentido a ésta posición ideológica sin ayuda de aquella frase esgrimida por don Winston Churchill, que dijo “los fascistas del futuro se llamarán asimismo antifascistas.”

La intolerancia, la violencia, el matonaje, debe ser rechazado sin ambigüedades, sin medias tintas, por lo mismo, solidarizo con el ex candidato presidencial y ex Diputado José Antonio Kast, tras el violento ataque que sufrió cuando intentaba dar una charla en la Universidad Arturo Prat de Iquique; pues aquel delito a su persona, constituye un crimen de odio, un atentado contra la libertad de expresión y una lamentable demostración de intolerancia política, que proviene ni más ni menos, de la izquierda extrema y del Frente Amplio, siendo los primeros, los que históricamente se han arrogado ser los defensores y paladines de la libertad de expresión y tolerancia en Chile y que paradójicamente, sean éstos los que precisamente atentan de manera sistemática y aberrante lo que dicen defender de manera tan ferviente.

Por otra parte me resulta incomprensible como pueden existir personas que relativicen la gravedad del ataque que sufrió José Antonio Kast y peor aún que lo justifiquen, me parece algo aberrante, porque cuando se llega al punto de odiar y atacar a quien piensa distinto, estamos aceptando que la democracia no sirve y que el camino es la violencia y quienes sí creemos en la democracia debemos seguir levantando la voz. Son inaceptables las declaraciones del Presidente del Senado Carlos Montes (Partido Socialista), al decir que “Kast andaba en una actitud provocadora”, “que había que tener presente que ciertas acciones generaban este tipo de reacciones de algunos grupos, por eso tenía que medirse, pero que en ningún caso lo avalaba”; ésta declaración es otra muestra más de la intolerancia de la izquierda, pues por una parte dice que no avala éste tipo de situaciones que es lo políticamente correcto, pero en el fondo lo que quiere decir y lo dice es que Kast se buscó que lo agredieran y que eso prácticamente se lo habían “ganado” por dar su opinión.

Por lo demás resulta paradójico que el ataque haya sido perpetuado presumiblemente por personas de izquierda, quienes como comenté anteriormente se han arrogado por años ser los paladines de la democracia y de la tolerancia, pero pareciera que esa democracia y esa tolerancia se queda simplemente en el papel; pues la democracia consiste en tolerar incluso a aquellos que se declaran intolerantes y como dijo doña Mariana Aylwin en su cuenta de Twitter la “Agresión a @joseantoniokast es una muestra de sectarismo y violencia repudiable que daña la convivencia democrática.”.

Pues la cobarde agresión que sufrió José Antonio Kast en la Universidad Prat, sólo puede ser “justificada” en la mente de un extremista, por lo mismo es impresentable las declaraciones por ejemplo de un profesor de éste establecimiento educacional don Víctor Guerrero Cossio, en donde dice “Kast vino a provocar, se victimiza y asegura notoriedad pública y los estudiantes están en su derecho a reaccionar frente al enemigo declarado de la humanidad y la educación pública”. ¿Cómo puede ser posible que un ser humano tilde a otro de enemigo de la humanidad por el sólo hecho de pensar distinto?, ¿éstos son parte del resentimiento que le trasmite a sus alumnos?.

Ésta declaración es muy distinta de la que un verdadero defensor de la tolerancia y de la libertad de expresión debe dar como sí lo dijo por ejemplo; la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile el jueves 22 de marzo al decir que “que la agresión verbal y física a un personaje público ocurrida en el día de ayer al interior de la Universidad Arturo Prat es un hecho de máxima gravedad, pues viola los principios fundamentales que sustentan una institución universitaria. Es justamente en las universidades del Estado donde, por sobre cualquier consideración, se debe defender y garantizar la libre expresión de las ideas en un ámbito de pluralidad, tolerancia y respecto.”. Pues de lo contrario jamás podremos construir un mejor Chile, un Chile más democrático e inclusivo.

Susana Verdugo Baraona

OvalleHoy.cl