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Despedida a una gran mujer

Cuando hablamos de fuerza, empuje, garra, coraje, entusiasmo y sabiduría se viene a mi mente tu nombre Nanita, Sra. Nana, Abuelita Nana, Froys y todos esos nombres con los que cariñosamente te llamábamos.

Una mujer luchadora que sacó adelante a toda su familia, siendo padre y madre por extensos periodos; abuela y madre hasta el día de hoy, amando a sus nietos criándolos, entregándoles enseñanzas y valores impagables, también fuiste tía y madre cobijándolos como si fuesen tus propios hijos.

Dejaste muy alto el sentido de familia, de la unión y el respeto de los unos con los otros, donde hoy en la sociedad en la cual vivimos es difícil verlo.

En tu comunidad desempeñaste un rol importante, muy querida entre tus vecinos y además realizando fervientemente todos los años la fiesta de tu querido San Antonio, con ahínco preparabas todos los detalles para que ésta fuese éxitosa, las flores que delicada y manualmente formabas, el vestido y el arco de la virgen, en fin todo lo que esta fiesta conllevaba.

Dejaste una huella en cada uno de nosotros y como olvidar:

Tus hermosos y sentidos discursos, que sin tener preparación alguna, eras capaz de pararte frente a la muchedumbre e improvisar un largo discurso.

Tus mateadas alrededor del brasero, no había quien se resistiera y no había mate sin acompañamiento como un buen queso de cabra.

Tus grandes fondos de comida, la tetera siempre hervida y esas exquisitas papas fritas que nadie las preparaba ni las preparará como tú.

A pesar de tus largos años eras una de las últimas en acostarte cuando había alguna celebración, porque siempre estabas pendiente y preocupada de que todos comieran y se sintieran acogidos en tu hogar.

Cada persona que visitaba tu casa, era bien recibida como si la conocieras de toda la vida, sin distinción de clase social, religión, ni partido político, siempre estabas dispuesta a una buena conversación, y tema… no te faltaba.

Abuelita Nana, una guerrera, una luchadora, hoy descansas junto a tu viejito y debes quedarte tranquila, porque cosechaste lo que sembraste y tu gran familia sé y tengo la convicción de que seguirá con tu legado, con tus valores, tradiciones y con todos tus deseos y por sobre todas las cosas con ese gran sentido de familia que inculcaste a cada uno de ellos.

Descansa en Paz, ya que en la tierra ya cumpliste con todo lo propuesto…

Fernanda Banic Bolvarán

OvalleHoy.cl