Es tanta la desesperación ante la posibilidad de tener que dejar el poder, que cualquier cosa resulta válida para tratar de impedir que Sebastián Piñera sea el candidato de Chile Vamos (que en mí humilde opinión, será indudablemente el próximo ocupante del Palacio de La Moneda); puesto que desde la izquierda no han hecho más que demonizar la candidatura de éste llegando a extremos como a solicitarles a personas de izquierda que intervengan en la primaria de Chile Vamos, votando en ella por Manuel José Ossandón y así impedir que el ex Presidente Sebastián Piñera sea electo como el candidato oficial de la coalición, puesto que frente a éste último, las posibilidades de derrotarlo en la elección presidencial se ven complejas.
La idea de estos obtener un contendor más débil para tener la oportunidad de estar en carrera, porque saben que ante Sebastián Piñera el escenario se les pone cuesta arriba. He ahí la consigna que se ha escuchado mucho últimamente por parte de los actuales inquilinos del Palacio de La Moneda de que “el fin justifica los medios”, afirmación con la que no estoy de acuerdo porque los medios para obtener un fin por más bueno, noble y digno que sea, debe obtenerse o alcanzarse por medio de medios lícitos, éticos, buenos y morales y no por medio de la utilización de medios inmorales, ilícitos, inhumanos, sórdidos, etc.
Detengámonos un momento e imaginemos que Guillier sea nuestro nuevo Presidente de la República. Alguien puede imaginarse ¿qué clase de Presidente puede ser si cree que el ISIS como se le conoce al estado islámico, es un Estado y por eso, sus brutales atentados se consideran actos terroristas? y toda ésta confusión para intentar argumentar que en La Araucanía no hay terrorismo, siendo que es un hecho que está empíricamente comprobado y más que reconocido por todos excepto por quienes les conviene hacer oídos sordos (cómo lo hizo el actual Gobierno por años y que cuando le es conveniente reconoce que en La Araucanía hay terrorismo, pero luego se retracta al lanzar frases tales como que esas situaciones son producto de violencia rural y no de terrorismo o las enmarca en que son conflictos aislados o simples robos de madera, todo menos terrorismo)
¿Y Beatriz Sánchez?, bueno de ella ni hablar, porque su hoja de ruta deja muchísimo que desear, ésta no es más que una oda al leninismo, de hecho tiene un fundamento claramente leninista. Basta tan sólo saber que su pretensión es que el individuo pierda su estatus como tal y que éste pase a ser un todo con el colectivo para deducir sus intenciones; si bien no lo dice claramente, pero es evidente tras leer su hoja de ruta. Si consideramos que éste segundo mandato de Bachelet ha sido nefasto uno dirigido por Sánchez tendría ribetes apocalípticos.
Por lo tanto, frente a éstas alternativas el escenario político cómo dijo muy “acertadamente” la Presidenta en su oportunidad “cada día puede ser peor”, llevándolo a estos posibles escenarios, claramente cada día puede ser peor y a decir verdad, yo no me puedo imaginar un escenario así o mejor dicho, no quiero imaginarme un escenario tan desgraciado para mi amado Chile.
Para quienes queramos evitar seguir por el camino actual o por aún uno peor, nuestra consigna es ir a votar este 2 de julio por la única posibilidad que tenemos de recuperar el país y volver a la senda de desarrollo que veníamos experimentando hasta que asumió el actual Gobierno. Cualquier otra ruta es correr un riesgo y luego será tarde para arrepentirse y esbozar lamentos.
Susana Verdugo Baraona.
