InicioultimasOpiniónEstafas telefónicas: esto también le ocurre al vecino de la otra cuadra

Estafas telefónicas: esto también le ocurre al vecino de la otra cuadra

Casi de manera simultánea que la televisión chilena ayer en sus noticieron centrales daba a conocer la detección de dos reos que desde la cárcel de Colina realizaban estafas telefónicas tanto a nivel nacional como internacional, en Ovalle una familia era víctima de uno de estos delitos.

En las imágenes de televisión se daba a conocer el sistema operativo de estos delincuentes desde la prisión, la manera de elegir a sus víctimas, y la cantidad de “trabajos” que hacían con la ayuda de cómplices exteriores.

En el caso de Ovalle los delincuentes lograron aislar comunicacionalmente a todos los integrantes de la familia, incluida la nana, para evitar que pudieran comunicarse entre sí y comprobar que todo no era sino un engaño. Eso de manera que se pudiera depositar en una cuenta bancaria el dinero solicitado por el “rescate” de los hijos del matrimonio que habían salido previamente de la casa inducidos por los antisociales.

En definitiva, aunque hubo una pérdida de dinero depositado en una cuenta bancaria, el asunto tuvo un final feliz. Los niños aparecieron sanos y salvos y ahora la policía trabaja en la detección de los responsables del engaño.

Como suele ocurrir en estos casos lo más probable es que siguiendo la información de la cuenta bancaria se pueda ubicar y detener a su propietario, persona que en definitiva recibirá una sanción menor, aunque el verdadero autor de la estafa permanecerá sin ser identificado y menos sancionado.

Lo cierto, aprovechando la vulnerabilidad de las prisiones chilenas (aún las de más alta seguridad), el tiempo ocioso que tienen los reclusos para planear y ejecutar los engaños, con toda seguridad estos delitos continuarán ocurriendo y serán numerosas las personas incautas que creerán el “cuento del tío”, ya sea por ingenuidad o por el legítimo temor que alguien de su familia pueda recibir un daño. De hecho, se teme que detrás de cada caso conocido, hay otros nueve cuyas víctimas por temor o vergüenza no lo dan a conocer a la policía o a la opinión pública.

La única manera de poder contrarrestar esto es a través de la información y de la educación.

Lo deseable es que en cada vivienda la familia trabaje para establecer una manera de actuar en caso de verse enfrentados en una situación tal, incluido el personal doméstico y adultos mayores que suele ser los más vulnerables a estos engaños, cuando los dueños de casa no están presentes.

Las policías cada cierto tiempo entregan consejos a eventuales víctimas de estos engaños los que pueden resumirse de la siguiente manera:

– Converse con las personas que comparten en su hogar y explíqueles estos tipos de estafa, solicitando que antes de entregar pertenencias o dinero a extraños se contacten con otros miembros de la familia.

– No entregue información personal a extraños. No difunda los horarios de trabajo de las personas con quienes vive.

– No entregue información en encuestas telefónicas.

– Procure mantener un perfil privado en sus cuentas de redes sociales.

– Enseñe a los niños cómo reaccionar ante una llamada telefónica, pidiéndoles que siempre entreguen el teléfono a un adulto.

– Mantenga comunicación constante con sus familiares y seres queridos.

– En caso de recibir una llamada telefónica mantenga la calma, cuelgue el teléfono e intente comunicarse con el familiar que le mencionan.

Ahora bien, las víctimas de las estafas telefónicas son transversales, y afectan a personas de distinto estrato socioeconómico. Conocemos desde reconocidos profesionales, autoridades, comunicadores sociales, etc, que han caído víctima de ellas . De manera que cualquiera puede estar en el objetivo de estos delincuentes: lo importante es estar preparados para que cuando eso ocurra, no caer o al menos minimizar las consecuencias.
Estas cosas no sólo pasan en le televisión, en ciudades grandes y lejanas, sino también le ocurren al vecino de la otra cuadra.

M.B.I.

OvalleHoy.cl