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EuroTrip: Barcelona, la regalona

El agrónomo ovallino y apasionado por la gastronomía, Juan José Juliá Eccher nos lleva a conocer las delicias de la capital de Catalunya, con una columna publicada en un blog con el que registró su  viaje por los sentidos culinarios en Europa en 2016. 

Esta ciudad es una de mis favoritas, es un museo al aire libre, viva, rica, entretenida, con mucha cultura de todo tipo y tengo la suerte de tener a unos grandes amigos que nacieron y han vivido toda su vida aquí y me recibieron en su casa por un mes, en el cual me mostraron la ciudad a fondo y como no, sus lugares preferidos para comer.

La gastronomía catalana es parte de la dieta mediterránea, influenciada antiguamente por romanos y griegos y posteriormente por italianos y franceses, se ha creado una cocina muy rica en sus raíces y en donde podemos encontrar la mezcla perfecta de productos del mar y la montaña. Y en ciudades como esta en donde abundan los turistas, abundan también los restaurantes turistas en donde la cocina deja mucho de desear y cuestan un ojo de la cara por eso se agradece mucho estar con locales.

Sin mas preámbulos a lo que vinimos.

La Barca de Salamanca (Foto: cedida)

La Barca de Salamanca:

Lo primero que me dijeron mis amigos fue “no se te ocurra comer paella en Madrid” y les hice caso. Y si bien tampoco es de Barcelona, sino de Valencia, aquí encontramos muy buenos exponentes de este clásico español. Uno de ellos y la alternativa de mejor precio calidad, es La Barca de Salamanca, un restaurant a solo pasos de la Barceloneta, junto a otros varios restaurantes y que se encuentran en una pequeño puerto de embarcaciones menores.

¿Qué pedir? Hay un menú para 2 personas (15 euros/pp) que se llama menú anticrisis y trae de todo. ¡Si te lo puedes comer todo eres un campeón!.

Primero un gazpacho andaluz. De entrada, embutidos, jamón serrano y queso, aceitunas, ensalada, gambas, chipirones rebosados (lo mejor, es un marisco muy rico), choritos en un caldo muy sabroso, y por supuesto pan con tomate.

Segundo, uno puede elegir entre paella de mariscos o fideuá de mariscos con alioli (es muy parecido a la paella pero se reemplaza el arroz por fideos cortos). Si son dos, les recomiendo pedir uno y uno.

Luego hay postre y bajativo de la casa con torta Santiago. Incluye algo para tomar y luego el siguiente cuesta ¡1 euro! (715 pesos chilenos,ndr).

 

La Esquinica (Foto: cedida)

La Esquinica

Uno de las mas auténticos restaurantes de tapas catalanas, es una de mis joyitas de Barcelona, eso si hay que armarse de paciencia o reservar, porque siempre está a tope de catalanes hambrientos. Un poco alejado de toda la parte turística, pero vale totalmente el pique. Bullicioso, desordenado, rápido y como dicen en España: ¡un poco cutre, pero lo amo!

¿Qué pedir? Lo que le suene rico. Y todo es rico y barato, tienen muchos tipos de tapas (creo que más de 100). De los que recuerdo comer: alcachofas asadas, navajas (una especie de almeja, muy recomendable), croquetas (imperdibles), orejas de cerdo, tortilla de papas, papas bravas y chipirones rebosados.

 

Porvenir:

Porvenir (Foto: cedida)

Pequeño restaurante con pocas mesas, así que hay que reservar, muy concurrido por locales, por sus mariscos. De muy buen precio y excelente calidad.

¿Qué pedir? Sin duda su Pulpo a la gallega es uno de los mejores de Barcelona, también pedir navajas, gambas y pimentones padrón (a veces pican y a veces no) asados.

 

Cervecería Catalana:

Esta en una de las picadas más caritas que tengo, nada muy caro (13 euros/pp aprox) pero de muy buena calidad. Tienen muy buena calidad de jamón serrano y tapas muy bien elaboradas. Les recomiendo ir a tomar desayuno o un brunch, ya que esta en una de las principales ramblas del centro (rambla catalunya), entonces queda perfecto para antes de comenzar el turisteo.

¿Qué pedir? Siempre voy al desayuno, y pido unas flautas (un pancito alargado) con jamón serrano, unas tapas de cerdo con pimentón y queso, escalibada y tortilla de papas.

Pastelería Mauri

Pastelería Mauri (Foto: cedida)

Para los golosos a solo dos cuadras, está la Pastelería Mauri fundada en 1929. Vaya a terminar el desayuno de campeones con una orxata (agua, azúcar y chufas, que es una especie de trufa) y un pastelito o unas catanias (almendras enteras, tostadas y caramelizadas, recubiertas de pasta de almendra, avellana y leche y de una fina capa de chocolate negro o cacao).

Traska Truska:

Este es un dato para los que se quedan un ratito más en Barcelona o para los que no les importa ir un poco lejos para comer como reyes. Está a las afueras de la ciudad, específicamente en Molins de Rey, pero de todas maneras se puede llegar en transporte público.

Es un bar de tapas, un tanto secreto, porque si pasas por la calle casi ni lo ves, con mesones que se comparten, y de una calidad de tapas sublime. El formato es el clásico lugar en donde van sacando diversos tipos todo el tiempo, también hay dulces, entonces uno va probando de todo

¿Qué pedir? Depende de cuantas personas sean. Las veces que he ido siempre es con un buen lote de amigos, por lo que primero tapeamos y luego pedimos un chuletón, que está para chuparse los dedos. De las tapas que he comido, hay una que enaltece a este lugar como una picada, se llama: la Bomba de Foie. Es una croqueta con foie gras líquido dentro, hay que pedirla porque no siempre la sacan, pero si uno la pide no hay problema. Y lo demás es dejarse llevar por las maravillas que van saliendo una tras otra desde la cocina.

 

El Pebrot i El Petit Cargol

Esta es una auténtica picada catalana. Donde, dicen los entendidos, se comen los mejores caracoles de tierra de Barcelona.

¿Qué pedir? Para mi gusto los mejores caracoles son con cigala (entre un camarón y una langosta) y con conejo. También es un buen lugar para probar otro plato típico catalán que se llama Xato, que es una ensalada con bacalao y salsa romesco (salsa típica catalana en base a tomate, ñoras, almendras y pan).

 

Dato viajero: Barcelona es una ciudad que nunca te deja de sorprender, es para caminarla enterita. Hay un lugar que se llama Tibidabo, que es un cerrito en donde hay un antiguo parque de diversiones y tienes una vista increíble de toda Barcelona tanto de día como de noche. Se puede llegar en un antiguo tram tomándolo desde la estación de metro Av. Tibidabo (L7)

Po último agradecer a mis grandes amigos catalanes, Marc, Jael, Dani, Alicia y sus padres Chema y Alicia, que han hecho de mis días en Barcelona uno de los mejores tiempos de mi viaje y en donde pude conocer fondo la cultura catalana, lugar de origen de mi apellido, por lo que hay algo muy especial para mi. Sin duda los mejores anfitriones que pude tener. Y debo decir que lejos las mejores paellas que comí fue en la casa de Chema y Alicia, y las croquetas uff, de otro planeta! Infinitamente agradecido!!

26 de septiembre de 2016

Texto y fotos: Juan José Juliá Eccher

Agrónomo

Barcelona la regalona

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