InicioOpiniónCarta al DirectorFiestas Patrias: ¿Qué celebramos?

Fiestas Patrias: ¿Qué celebramos?

Meditando sobre las fiestas que estamos viviendo, hemos querido hacer algunas reflexiones sobre el proceso de emancipación, tomando en consideración algunos de los escritos que circularon en el reino, como ser: Catecismo Político-Cristiano (seudónimo de José Amor de la Patria), que desde un aspecto jurídico planteaba que los territorios coloniales americanos dependían directamente a la persona del Rey y por ende, si él estaba ausente era viable que estos territorios podían darse un gobierno propio. “Cuando los pueblos han instituido un gobierno, sea monárquico o republicano, no lo han instituido para hacer la felicidad de una persona o familia, cual es el rey; lo han instituido en beneficio del pueblo y para hacer su dicha. El pueblo que ha conferido a los reyes el poder de mandar, puede como todo poderdante, revocar sus poderes y nombrar otros guardianes que mejor correspondan a la felicidad común.”

También está el Dialogo de los Porteros (Manuel de Salas), que se basaba en la actualización de la doctrina de la soberanía popular y se fundamentaba en la legislación castellana antigua, defendía el derecho de los chilenos a formar un gobierno autónomo.

Según el historiador Eduardo Cavieres, las aspiraciones se fueron produciendo debido a tres factores: el descontento que venía presentándose entre los criollos producto de la sujeción política, administrativa y económica-comercial a Lima, el surgimiento de un sentimiento patriótico chileno conectado evidentemente a la formación de la nacionalidad y un posible corte generacional que se habría producido a comienzos del siglo XIX en la sociedad criolla. Recordando que aquellos que hicieron el proceso de emancipación tenían menos de 35 años (B. O´Higgins 32 años, José Miguel Carrera 25 años, Manuel Rodríguez 24 años).

De allí que esta celebración debe entenderse como un proceso de maduración de los habitantes de este reino, que según Simón Collier, el instigador más poderoso del movimiento fue el liberalismo, presente a través de las ideas de soberanía popular, la promoción de un conjunto de derechos, la idea de una asamblea que representara a toda la nación, y la necesidad de una Constitución. Esto se puede apreciar en el análisis del Catecismo Político-Cristiano y la presencia de dos grupos, uno en el sector Concepción – Chillán y el otro en Santiago antes de la Junta de Gobierno de 1810.

Octavio Álvarez Campos

 

 

 

 

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