InicioOpiniónCarta al DirectorFirme y claro, quejémonos menos y trabajemos más.

Firme y claro, quejémonos menos y trabajemos más.

Ésta fue una frase que dijo el Presidente Piñera, al referirse a las constantes quejas de los demás candidatos a la presidencia, respecto a la falta de financiamiento para sus campañas; pero a decir verdad ésta frase a mí me parece que le va “como anillo al dedo” al Senador Guillier, pues no ha hecho otra cosa más que hacer polémica sobre sus problemas para acceder a un préstamo bancario que le provea de los recursos necesarios para iniciar su campaña presidencial; es aquí, donde hemos sido testigos de sus constantes quejas al vociferar de que con éstas condiciones “sólo pueden ser candidatos presidenciales quienes son millonarios”; lo cual es total y absolutamente falso.

Primero, porque el problema de éste, no radica en que el Banco Estado no le quiera prestar el dinero, sino que es inconstitucional que lo haga y esto, el señor Guillier debiese saberlo no sólo por el hecho de ser un Senador de la República, sino porque precisamente él en conjunto con los demás parlamentarios votaron la nueva ley de financiamiento a la política, que limita hasta un 20% el aporte personal de cada candidato a su campaña, por lo tanto, es falso lo que él plantea.

En segundo lugar no existe una única solución para financiar su campaña, estás van desde que éste deje el Senado, (pero claro está que él no quiere “lanzarse” sin red hacia la moneda), pues la política del Banco Estado es de no otorgar préstamos a quienes ya son legisladores (por una cuestión de pura lógica y por los posibles conflictos de interés que pudieran llegar a existir en una relación crediticia con éstos actores); otra fuente de financiamiento que pudiere llegar a tener es a través de la petición de un préstamo a algún banco privado, que por el hecho de ser privado no estaría en conflicto como si lo fuera el Banco Estado, pero aquí el Banco está en su pleno derecho el querer negarle dicho préstamo si temen que no tiene certeza de que puedan recuperar lo prestado y esto debido a que pueden considerar a que éste saque una votación muy baja y por lo tanto, reciban un reembolso menor del Estado y éstas no quieren arriesgarse lo que es totalmente válido; una tercera forma de obtener financiamiento para su campaña es buscar donaciones de personas naturales, que si bien en Chile no se acostumbra a que personas naturales las realicen, con la nueva ley de financiamiento electoral se prohíben las donaciones de empresas a las campañas; por lo tanto; o donan como personas naturales o no se puede de otra forma, pero al igual que en la opción anterior las personas no quieren sumarse a campañas que parecen estar destinadas al fracaso y finalmente como última solución a ésta problemática de financiamiento a su candidatura que el señor Guillier plantea es que le pida el dinero a los dos partidos más ricos de Chile el Partido Socialista (PS) y el Partido Comunista (PC), en donde el PS; tiene un patrimonio de más de 13 mil millones de pesos, con inversiones en SQM, en autopistas urbanas, empresas eléctricas, sanitarias, etc. y el PC; que recibió más de $3.500 millones, en decenas de propiedades por parte del Estado y que además entre los dos Partidos recibirán un financiamiento de más de $590 millones para ésta campaña, no diga que no tiene fondos suficientes para hacer una campaña presidencial.

Que si bien en su “discurso” ha resaltado su condición de independiente, resulta por lo menos curioso, que constantemente recurra a ellos cuando tiene problemas, pues fueron éstos partidos con los que no quiere identificarse los que le recolectaron las firmas para validar su candidatura “independiente”, siendo el primero que mayoritariamente consiguió las firmas para su candidatura y que por lo demás, es éste partido, (el PC) el que le redactó su programa de Gobierno y el que le hace las vocerías ¿por qué es que no le pide el dinero a ellos?, ¿será que ellos no quieren “apostar” a perdedor?.

Lo que podemos concluir de todo esto, es que el problema del señor Guillier, no es que los bancos no le den crédito, sino que los millonarios partidos políticos que lo apoyan no confían en él y no le creen y por lo tanto, no están dispuestos a poner dinero en su campaña pues es dinero perdido.

Susana Verdugo Baraona.

OvalleHoy.cl