Son niños y jóvenes que cursan desde pre-básica hasta cuarto año de enseñanza media, integrándose a un sistema educacional que ha impulsado distintos programas de inclusión, para recibirlos en los distintos establecimientos.
Provienen de distintos países de América Latina en busca de mejores oportunidades para poder comenzar en un país que según comentan «es seguro». Es por eso que llegan familias completas, para abrirse campo en el mercado laboral y también en el sistema de educación, matriculando a sus hijos en colegios y haciéndolos parte activa de la integración escolar en Chile.
El Ministerio de Educación, en su página web, explica que “Chile se ha transformado en un país receptor de inmigrantes principalmente de países limítrofes”, por lo cual, de acuerdo a lo manifestado por el organismo, “el Estado comprende que la complejidad del fenómeno migratorio requiere del esfuerzo interinstitucional para avanzar en el desarrollo de acciones e iniciativas tendientes al establecimiento de políticas públicas de acogida para la población migrante que los incorpore como usuarios específicos de los servicios que el Estado entrega».
Es así como se han implementado planes de acción de integración con convenios en las áreas de salud, protección a la maternidad y a la infancia, y educación que, en su caso particular facilita y promueve la incorporación a los diversos establecimientos de educación general básica y media a todos los hijos de migrantes que residen en Chile, independiente la condición migratoria de sus padres.
En el caso de la comuna de Ovalle, los estudiantes que actualmente están inmersos en el sistema público escolar provienen de distintos países de América Latina, ellos son: Colombia, Perú, Bolivia, República Dominicana, Brasil, Venezuela, México y Ecuador -esto de acuerdo a la información proporcionada por el Departamento de Educación Municipal-.
A su vez, la mayoría de estas y estos niñas y niños, y adolescentes están matriculados en establecimientos emplazados en el área urbana, integrándose principalmente en las escuelas: Arturo Alessandri Palma, Fray Jorge, Aurora de Chile y Helen Lang. Por su parte, los liceos con más estudiantes extranjeros son, el Líceo Polictécnico, Liceo Alejandro Álvarez Jofré y el Liceo Estela Ávila Molina de Perry.
“Nos vinimos a Chile por la situación en que se encuentra el país en estos momentos”, indicó la venezolana Ana Martínez, quien además manifestó sentirse agradecida del apoyo brindado en el país, “llegamos a Ovalle por mi cuñado, si bien es una ciudad chica, es muy tranquila y nos ha brindado mucho apoyo. Tengo una hija de una pequeña de básica y el trámite para matricularla fue fácil, estuvo integrada casi inmediatamente, al momento de ingresar sus datos».
Por su parte, Carlos Leighton, Orientador del Liceo Alejandro Álvarez Jofré, puntualizó que, «la experiencia que tenemos con los estudiantes provenientes de otra nacionalidad, es totalmente normal respecto a los alumnos de nuestro país. Ellos se relacionan bien, participan de los procesos, no tenemos ningún tipo de quejas».
Así mismo, el profesional agregó que, «ellos terminan la enseñanza media normal, se les ayuda para optar a las becas y créditos y también reciben todos los beneficios que entrega el estado… La verdad es que nunca me había detenido a analizar el tema, ya que no se establecen diferencias porque está normalizado el hecho que hayan estudiantes de otras nacionalidades dentro de nuestro establecimiento».
Sin embargo, según los especialistas, Chile es un país racista, lo que es una herencia que se arrastra desde la Colonia y que está enfocado en quienes llamamos inmigrantes (peruanos, bolivianos, haitianos y colombianos), pero no en quienes reconocemos como extranjeros (europeos, norteamericanos e incluso, los argentinos), otorgándoles una mayor o menor jerarquía social. Y pese a que el caso particular de la comuna sea distinta, cabe recordar que mientras no se concrete la Nueva Ley de Migración, la normativa legal vigente seguirá viendo al extranjero como un riesgo potencial para la Seguridad Nacional.
Paloma Olivares Beltrán.
