InicioActualidadCrónicaLa historia de la primera afrodescendiente que llegó al Ovalle moderno

La historia de la primera afrodescendiente que llegó al Ovalle moderno

Por años Elda fue la única migrante de piel morena que había en la Perla del Limarí y causó sensación en la época.

Elda Angulo proviene de Esmeralda, costa del norte de Ecuador. El 2003 buscando una nueva vida se vino con su tío hasta Chile. Llegó primero a Santiago donde estuvo un tiempo. Luego en Viña del Mar conoció al que sería padre de su hijo y por amor se vino con él a Ovalle, el mismo año en que llegó.

Trabajó muchos años de garzona en un conocido restaurante ovallino. Hoy trabaja vendiendo jugos naturales en la Plaza de Armas. Tiene familia y muchos amigos chilenos. Adoptó el vocabulario y más de un “cachai” se le escapa cuando conversa.

Foto: Ignacio Zuleta

Ya 15 vueltas al sol han pasado desde que Elda, más conocida como  “Anita” pisó tierras limarinas por primera vez  “cuando llegué a Chile fue muy chistoso. En Santiago habían muy pocas personas con mi color de piel. Y si no me equivoco era la única mujer “de color” por decirlo así (sic) que vivía en Ovalle. Me molestaban diciendo que era famosa y que llamaba mucho la atención.” Comenta la ecuatoriana.

Hasta el día de hoy sólo sabe de buenas experiencias con los chilenos. No ha recibido trato discriminatorio y por el contrario “he tenido la suerte que se han cruzado excelentes personas en mi camino. He podido trabajar y establecerme. Se han pasado volando los años”, cuenta la morena.

En América latina un 30% de los habitantes son afrodescendientes. Es decir, hombres y mujeres con ancestros de África que entregaron el hermoso regalo de la piel morena. Estos latinos viven principalmente en los países ubicados al norte de Chile y Brasil. Hoy mucho de ellos han escogido nuestro país para hacer su vida. Actualmente ya no es novedad en Ovalle ver migrantes y es de esperar que todos sean tan bien recibidos como Anita, quien es claro ejemplo de que en Chile se quiere al amigo cuando es forastero.

Por: Ignacio Zuleta Pereira.

OvalleHoy.cl