Los desafíos de un Estado con mirada de futuro no debe estar marcado o demarcado por una relación miope con el Mercado, donde lo económico sobrepasa el bienestar Social construyendo una mirada cortoplacista y avasalladora de los recursos naturales, hipotecando el medio ambiente y el futuro del mismo.
Bajo esta perspectiva se ha levantado Dominga, un proyecto Mega minero, puerto y desalinizadora en la comuna de La Higuera, cuya zona es reconocida, internacionalmente, por su biodiversidad, donde se intervendrá y eliminará el hábitat natural del pingüino de Humboldt y otras especies, las cuales se encuentran en peligro de extinción. La aprobación de dicha Mega – minería es la punta de lanza para la instalación de diversas iniciativas similares en la Zona.
La presencia activa de la comunidad ha sido relevante en la socialización de esta Lucha, una lucha por defender lo nuestro, lo de nuestros hijos y, claramente, del planeta. La participación constante de los actores sociales, hicieron visible la mentira que se ha intentado instalar, una idea de Progreso basado en la destrucción. El Progreso y la modernidad se dan desde el respeto y la participación de todos los actores sociales, desde la construcción de un contexto de bienestar social que asegure la educación, la salud y el resguardo de los recursos naturales. Claramente esta orientación de progreso y modernidad no está en concordancia con los intereses de quienes lideran y apoyan estos megaproyectos.
Pese a lo anterior, ha sido evidente como los medios de comunicación han abordado la instalación de Dominga desde una mirada tendenciosa, basado en las necesidades laborales que tiene la comuna de La Higuera, construyendo un escenario de fricción entre la necesidad inmediata que tiene la comunidad y el cuidado del medio ambiente cuya destrucción nos afecta a todos. En este punto, es importante enfatizar que es el Estado el que debe garantizar bienestar y oportunidades para todos los chilenos, por lo cual no puede ser usado como argumento para justificar la instalación irresponsable de este tipo de proyectos.
Otro punto es el rol jugado por la Comisión Regional de Evaluación Ambiental, cuyo fallo da por rechazado el Mega proyecto y sus nefastas consecuencias, este escenario ha permitido develar y dejar en evidencia la mirada de los sectores políticos a nivel regional, existiendo en hora buena una clara convergencia con la mirada y demanda de los sectores sociales. Y con ello, una posibilidad de construir una nueva relación entre el desarrollo y el medio ambiente. Junto a ello, ha quedado claro, también, la miopía política de aquellos que votaron a favor de Dominga, reafirmando su compromiso por construir una mirada de desarrollo acotada a costa de todo y por sobre todo.
En lo político, se hace necesario construir una mirada distinta del Estado, con respecto a la explotación de nuestros recursos, donde se garantice avanzar en la instalación de una idea de desarrollo sustentable.
Hay que recalcar nuevamente la importancia que han tenido los actores sociales en esta defensa del medio ambiente, son ellos los que desde sus movilizaciones seguirán resguardando y socializando los alcances que este tipo de proyectos tienen.
Isaac Vergara Milla
Profesor de Artes Visuales
