Adicciones a drogas como la cocaína, pasta base y diferentes sustancias son tratadas con un sistema que apela a la voluntad de los adictos.
Se trata de una confraternidad sin ánimo de lucro compuesta por hombres y mujeres para quienes las drogas se han convertido en un problema sin salida, es por esto que el programa cuyo origen se remonta a 1953, en el área de Los Ángeles, California, actualmente trata las adicciones de Ovallinos que diariamente se reúnen en un espacio habilitado en los edificios públicos para que puedan tratar su adicción bajo la premisa: “sólo por hoy”.
“Somos adictos en recuperación y nos reunimos con regularidad para ayudarnos a permanecer limpios”, explican dos personas que han llevado a cabo el proceso con éxito, piden no dar sus nombres, y es que “el programa es conocido porque es efectivo, pero quienes lo siguen son anónimos porque puede no resultar en algunos casos y la idea es que esto no estigmatice a Narcóticos Anónimos, que muestra evidentes resultados”, cuenta uno de ellos, mientras bebe una taza de café: “puedo tomar sólo una, porque soy adicto y si tomo otra, entonces no serán sólo dos, sino quien sabe”, comenta entre risas.
La base del programa de recuperación de Narcóticos Anónimos (NA) es una serie de actividades personales conocida como Doce Pasos. Estos «pasos» incluyen la admisión de que existe un problema, la búsqueda de ayuda, la auto-evaluación, compartir a nivel confidencial, reparar los daños causados y trabajar con otros adictos la enfermedad de la adicción.
NA en sí no es un programa religioso y anima a cada miembro a cultivar un entendimiento personal, religioso o no, de un “Poder Superior. Trabajan sobre la base del valor terapéutico que un adicto entrega a otro adicto, lo cual en mucho de los casos es el camino al éxito. Debido a ello Narcóticos Anónimos no tiene terapeutas, no ofrece alojamiento ni clínicas, orientación vocacional, legal, financiera o servicios médicos.
En Ovalle NA actualmente reúne a numerosas personas que asisten en su lucha contra la adicción. Se trata de reuniones diarias, en que mediante una terapia grupal comparten sus diferentes experiencias. “Nos reunimos todos los días de las 20:00 horas hasta las 21:00, y eso es sagrado es como nuestra adicción, así la canalizamos, viniendo a narcóticos anónimos que nos brinda el apoyo para lo que necesitaos”, explica uno, tras entregar su relato.
También es posible escuchar cosas como que “la pasta es el demonio, no se lo doy a nadie”, o “un día le dije a mi esposa que saldría y no volví, entonces me perdí, me perdí en el copete y la pasta, y estuve así un año, como mendigo pidiendo para poder quemar”, relata otro en medio de la reunión amena entre café, galletas, llantos y risas.
“Es un tratamiento efectivo que está comprobado, ya que cuando una persona que haya padecido lo mismo efectúe la terapia, presenta mejores resultados que cuando la ayuda sea brindada por un profesional” puntualiza la psicóloga Marina Araya.
La verdad es que no hay resultados exacto, porque como ellos dicen “siempre hay algunos que se pierden y a veces vuelven, otras veces no…”, sin embargo es un espacio que se constituye únicamente con el objetivo de reunir y apoyar a personas para que puedan controlar sus adicciones, tan solo asumiendo el compromiso que “SOLO POR HOY ME MANTENDRÉ LIMPIO”.
Paloma Olivares Beltrán
