Este refrán le sienta de maravilla al diputado socialista Osvaldo Andrade en este momento, ya que después de emitir declaraciones tales como “me siento orgulloso de la vieja política en donde no habían boletas falsas, ni artimañas legales y en donde se daba la cara”, hoy por hoy no ha podido explicar lo inexplicable (el altísimo monto que recibirá como pensión su mujer Myriam Olate) y a pesar de tratar de evadir a la prensa emprendiéndolas contra ellos y recurrir además al tan mañoseado y eterno argumento de lucha contra la dictadura, que siempre previo a cualquier elección popular, sea de parlamentarios, presidencial o municipal, hacen reflotar a través de la exacerbación de viejos rencores que no hacen más que desunir, contribuir al odio y al resentimiento más que aprender de los errores y de que sea esto un ejemplo de superación y crecimiento.
Decía que este refrán le sienta muy bien al diputado Andrade puesto que abrir la boca más de la cuenta o a destiempo, conlleva un serio peligro, puesto que al igual que el pez es atrapado al morder el anzuelo, la persona que habla en exceso termina siendo víctima de su propia verborrea, o sea Andrade se ha visto pillado por su propia palabrería, ya que al estar constantemente querellándose e increpando a diversas personalidades de la política, hoy sus dichos le han pasado la cuenta y no lo dejarán zafar tan fácilmente del escándalo.
Recordado es el episodio en donde calificó a los involucrados en el caso Penta, como “pandilleros” o increpó al senador Rossi, a Andrés Velasco, a Rodrigo Peñailillo y al ex ministro Jorge Insunza por sus vinculaciones en escándalos políticos, estos han sido sólo algunos de los numerosos políticos tanto de la oposición como de la Nueva Mayoría vinculados en casos de corrupción que han sido blanco de sus feroces críticas y querellas en determinados casos y es precisamente esto lo que lo ha hecho blanco de críticas, por la pensión de $5.214.000 de su esposa, pues como dijo el ex subdirector de la SECOM de Bachelet, hace un par de días a través de radio Infinita, don Carlos Correa “que el hecho de que Andrade se hubiese convertido en un “verdadero catón moral” de la conducta de los políticos en temas de irregularidades iba a terminar pasándole la cuenta” y es lo que efectivamente está pasando; ya que diversos colegas suyos de Chile Vamos le están solicitando su renuncia a la presidencia de la corporación, la presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, admitió y calificó esto como un escándalo y que esto estaría afectando la imagen del partido, e inclusive un referente del Partido Socialista como es Camilo Escalona ha dicho “que la pensión de la esposa de Andrade atenta contra la igualdad ante la ley y que debiese renunciar a ella”.
Debemos estar conscientes que aunque sean declarados legales los montos de la pensión, pues aún se está investigando ya que por una parte la Contraloría General de la República ha objetado el monto recibido por Olate, puesto que ningún funcionario de Gendarmería podía acceder a más de 1,5 millones de pesos de jubilación y por otro lado tenemos declaraciones de Andrade de que su mujer cumplía con los requisitos para acceder a dicha pensión; por lo que de ser legal esta situación, debiese de tomarse medidas para que no se produzcan excesos, que no se condicen para nada con la realidad del país o del sector público y más aún cuando dicho dinero es pagado por el Estado. Esperemos que esto sea solucionado pronto porque ya no queremos más frases como “me da vergüenza, pero es lo que me tocó”, «Chile no merece un Presidente con este nivel de desaprobación», “paso”, “en mi Gobierno nadie se va a repetir el plato”, “pregúntele a las vacas por qué no dieron leche”, etc.
Por Susana Verdugo Baraona
Médico Pediatra y ex Gobernadora de Limarí.
