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Región: Identifican puntos críticos por contaminación lumínica

La luz “basura” afecta observatorios astronómicos de la región por lo que la concesionaria de autopista cambiará 600 luminarias para disminuir impacto negativo.

Al menos diez ciudades y poblados (La Serena, Coquimbo, Vicuña, Andacollo, entre otros), obras públicas (autopista, cárcel, estadios y canchas deportivas, avenidas), centros comerciales (mall y discos), además de gigantescas y luminosas pantallas publicitarias, concentran los puntos más críticos de contaminación lumínica en la Región de Coquimbo.

La sobre emisión de luz nocturna dirigida al cielo, más que al suelo, cuyas luminarias no cumplen la norma lumínica, está afectando a los observatorios astronómicos internacionales instalados en las regiones de Coquimbo, Atacama y Antofagasta. Ahora los especialistas advierten que el exceso de luz, especialmente la emitida por luminarias de LED blanca, también impacta negativamente en la salud humana y en la avifauna.

Estos temas serán abordados en el marco del taller “Cumplimiento de la Norma de Emisión para la Regulación de la Contaminación Lumínica”, que encabezará el propio Superintendente del Medio Ambiente, Cristián Franz Thorud, este martes 22 de agosto, a las 15 horas, en el Centro Turístico de Caja Los Andes, ubicado en Avenida Los Nísperos Nº 661, en La Serena.

El seminario está dirigido a autoridades y entidades públicas y privadas, jefes de servicios y ejecutivos de empresas. También está abierto al público interesado en conocer la normativa legal que regula la contaminación de la luz en el cielo nortino y también conceptos de iluminación aplicada. 

Cambios positivos   

El problema que daña la calidad del cielo del norte chileno –postulado por los astrónomos como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO-, podría sufrir un cambio radical si las instituciones públicas y privadas cumplen rigurosamente el Decreto N° 043 que norma la emisión de luz para regular  la contaminación lumínica en las regiones astronómicas.

La solución a unos de los puntos críticos mencionados podría ser realidad en los próximos meses con el cambio de al menos 600 luminarias de la autopista interurbana La Serena-Vallenar, llamada Ruta del Algarrobo, especialmente en los tramos más próximos a los observatorios astronómicos La Silla y Las Campanas.

Un avanzado acuerdo entre el Ministerio de Obras Públicas, la empresa Sacyr, concesionaria de la autopista de 186 kilómetros, con el patrocinio de los observatorios astronómicos internacionales instalados en Chile, permitirá reemplazar luminarias y proyectores en plazas de peaje, retornos, pasarelas y otras singularidades de la carretera adyacente a los  poblados cercanos a los observatorios, como Incahuasi, Cachiyuyo y Domeyko.

Los científicos que advierten sobre la creciente contaminación lumínica también están optimistas de que nuevos proyectos como la autopista La Serena-Ovalle y el futuro Paso Internacional de Aguas Negras incorporen luminarias que cumplan con las normas regulatorias de la emisión de luz.

Luz invasiva

“Iluminar el cielo, además de no ser necesario, es equivalente a disminuir el tamaño y el poder de los telescopios”, enfatiza el doctor Miguel Roth, representante legal del Telescopio Gigante Magallanes (GMT, en su sigla en inglés), que se construye en las cumbres vecina al Observatorio Las Campanas, distante unos 25 kilómetros de la autopista mencionada.

La medida cobra especial relevancia para el desarrollo científico y especialmente por la construcción del GMT, que con siete espejos de 8,4 metros de diámetro cada uno (equivalentes a uno primario de 25 metros) y un costo de mil millones de dólares, será el más grande del mundo en el 2021,  antes que entre en operaciones en el 2024 el Telescopio Europeo Extremadamente Grande gigantesco (E-EL), de 39 metros, que se construye paralelamente en el cerro Armazones, en la región de Antofagasta.

Básicamente, se trata del cambio de las luminarias actuales, que emiten en parte luz nociva al cielo nocturno, por otras de tecnología LED monocromáticas o anaranjadas (sigla en inglés de diodo emisor de luz) que disminuye los efectos de la luz hacia el cielo y la torna menos contaminante, conservando niveles equivalentes de luminosidad, explicó Pedro Sanhueza, Jefe de la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile (OPCC).

Impacto en la astronomía

“Iluminar el suelo, no el cielo” es el concepto técnico acuñado por la astronomía para preservar los cielos oscuros. Implica evitar la contaminación lumínica, una especie de “luz basura” que pone en riesgo la excepcional calidad del cielo nocturno del norte chileno, especialmente en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, donde operan los telescopios más grandes y avanzados del planeta.

Y esa “basura luminosa” originada principalmente en centros poblados y en las zonas industriales  -un verdadero desperdicio de la luz que escapa hacia el cielo-, también podría llegar a impedir ver las estrellas desde los observatorios turísticos y a simple vista o a “ojo desnudo”, tal como ya ocurre con un tercio de la población del planeta que no puede visualizar la Vía Láctea ni las Nubes de Magallanes, de acuerdo al último Atlas Mundial de Contaminación Lumínica.

El tema preocupa a la comunidad astronómica internacional que proyecta invertir cuatro mil  millones de dólares en la próxima década en diversos megaproyectos -en construcción en el norte chileno-, con telescopios colosales que concentrarán el 70 por ciento de la capacidad observacional del planeta.

OvalleHoy.cl