Sequía.

La escasez hídrica que nuestra provincia y las demás provincias aledañas, han sufrido desde hace años, ha llegado a un punto aún más crítico del que estábamos el año recién pasado; pero que es menos crítico de lo vivido en el año 2015, pero no por eso ha de ser menos importante.

Si bien es cierto que el 70% de la superficie de nuestro planeta está cubierta de agua, sólo el 2.5% de ésta corresponde a agua dulce. El nivel de escasez hídrica en nuestra Provincia del Limarí llega a niveles alarmantes; por lo que como sociedad debemos trabajar en conjunto desde lo individual a lo colectivo, desde lo familiar a lo industrial y desde lo sostenible a lo sustentable para que seamos capaces de manejar éste vital elemento de una forma más óptima y que éste sea accesible a todos.

Un gran frente de mejora, podría ser la reutilización de las aguas residuales urbanas, como lo hacen lugares tan secos como California e Israel que reutilizan aproximadamente el 70% o también el aprovechar el potencial solar y marino para aumentar la obtención de agua mediante desalación; que si bien el agua de las desaladoras es más cara porque estas instalaciones requieren mucha energía, éste precio pudiese disminuir si se aprovecha la producción de las fuentes renovables en las horas de menor consumo. Éstas pueden ser algunas ideas a implementar para palear el “terremoto blanco” como lo calificó el Presidente Piñera en su reciente visita a la zona, por la situación hídrica que afecta duramente a los crianceros y agricultores de nuestra Provincia del Limarí.

El Presidente Piñera, junto a la Intendenta Lucía Pinto, el Ministro de Agricultura Antonio Walker y autoridades regionales, hicieron la entrega de ayuda en alimentos para los crianceros de nuestra zona, lo que viene ayudar en cierta medida la crisis que están sufriendo éstas familias al ver morir a sus animales por la falta de alimento y agua. Ésta acción del mandatario, me recuerda cuando fui Gobernadora y en un acto similar acudió a nuestra Región y más específicamente a nuestra Provincia a hacer entrega de forraje para los animales entre otras cosas.

La conformación de la Mesa Regional de Escasez Hídrica y el inicio de la segunda etapa de distribución de ayuda en alimento para animales por más de $486 millones, que beneficiaron en aquella entrega a más de 116 crianceros de Punitaqui, como informó un medio de comunicación local, fue una excelente medida ya que como dijeron autoridades regionales la Región de Coquimbo es una de las zonas más afectadas por la sequía, con un déficit del 87% en las precipitaciones acumuladas a agosto de 2019, en comparación con el promedio histórico para la misma fecha entre los años 1981-2010.

Además de la ayuda antes mencionada, también se anunció el adelanto de $1.682 millones provenientes de INDAP y el SAG para mejoramiento de suelos degradados y planes de manejo de animal en las Provincias del Elqui, Limarí y Choapa y junto a los más de $486 millones invertidos en julio por el Gobierno a través de INDAP, en el marco de la zona de emergencia agrícola, se sumarán más de $330 millones inyectados para una segunda entrega de ayuda y $150 millones además de lo anterior que serían aportados a través del Convenio de Colaboración y Transferencia de Recursos, establecido con Fundación Minera Los Pelambres. Lo que permitirá en ésta segunda etapa de entrega a realizarse en éstos meses de octubre y noviembre, beneficiar a 5.560 productores afectados en toda la región aproximadamente (1.308 de Elqui, 2.390 de Limarí y 1.862 de Choapa).

Además de ésta ayuda recibida por el Gobierno en conjunto con el trabajo de nuestras autoridades locales, de éste decreto de Emergencia Agrícola que solicitó la Intendenta Lucía Pinto y que ratificó el Ministro de Agricultura, Antonio Walker para hacer un abordaje multisectorial de esta situación. Está en nosotros cuidar este recurso imprescindible y no malgastarlo, es nuestra obligación ética cuidar y respetar este recurso escaso, por lo que desde ya debemos anticiparnos a lo que es prácticamente un hecho, que es la reducción en las precipitaciones; pues ha quedado de manifiesto en la última década, que éstas han disminuido y que seguirán disminuyendo. Por lo mismo, el momento de actuar no es mañana, ni en el futuro, es hoy, porque si no estaremos hipotecando el futuro de nuestros hijos, el del ecosistema y el del desarrollo económico de todo el territorio, es la hora de que creemos conciencia.

Susana Verdugo Baraona

OvalleHoy.cl