En septiembre del año pasado un comerciante en una colaboración en nuestro diario hacía notar la contaminación visual que existe en todos los sectores de la ciudad, aunque se puede advertir con mayor impacto en los muros y superficies del casco histórico de Ovalle.
En este se puede observar en casi todas las superficies – muros, postes, basureros, etc. – cubiertas de papeles que publicitan un evento artístico, social, una actividad comercial y hasta la búsqueda de una mascota extraviada, contraviniendo la ordenanza municipal que lo prohíbe.
En los últimos días la Municipalidad local ha mostrado una saludable disposición a poner término a esta práctica, y ha venido retirando de los muros principales esta propaganda, además de ponerse en contacto a través del teléfono o direcciones que allí aparecen con los autores de estos para informarles que están infringiendo una normativa local y advertirles de las sanciones que podrían sufrir de persistir.
Ya ha sido advertidos de esto, por ejemplo oculistas que anuncian sus atenciones con carteles en los muros y postes; los circos que llegan a la ciudad a los que se les permite la publicidad a través de perifoneo (parlantes en vehículos que recorren la ciudad) y de carteles en algunas calle, pero no la pegatina de propaganda en muros y postes.
El último episodio fue el de un gitano emprendedor que anuncia la compra y venta de vehículos usados a través de una persistente campaña de pegatinas en los muros. El individuo fue sorprendido pegando estos en los recién instalados papeleros en el centro de la ciudad.
Esta me parece una sana medida del Municipio, aunque sería de desear que se persistiera en ella en el futuro, ubicándose y sancionando a los responsables, con la colaboración de carabineros que tiene la responsabilidad de fiscalizar y hacer cumplir no sólo las leyes sino también las ordenanzas locales.
Pero además con el aporte de los mismos propietarios de los edificios afectados que deberían retirar inmediatamente estos papeles apenas sean instalados, como una manera de desincentivar a quienes los pegan a utilizar otros medios para publicitar, por ejemplo en las redes sociales que suelen llegar a mayor cantidad de gente sin ensuciar el medio.
Sólo de esta manera volveremos a tener una ciudad libre de contaminación visual que sea la admiración de quienes nos visitan.
M.B.I.
