Esteban Paredes otra vez volvió a la Selección y otra vez respondió. El eterno goleador de Colo Colo vive una primavera a sus 36 años. Máximo anotador del torneo nacional, hombre clave en el Cacique, y además autor de un doblete de goleador por la Selección Bicampeona de América.
Pero lo de Paredes no es nuevo. Porque a pesar de no ser un jugador que siempre estuvo en las nóminas, cuando estuvo siempre respondió. Bielsa lo empezó a probar mientras jugaba en el Morning y lo llevó a Kirin en Japón el 2009. El rosarino lo venía siguiendo para que Paredes fuera alternativa a Chupete Suazo y así fue. En las eliminatorias se incorporó al final y alcanzó a jugar la última fecha ante Ecuador, dónde más, en el Monumental.
Para el Mundial fue parte del equipo participando en dos partidos, ante España y Suiza. Inolvidable es su carrerón para sacarse al portero suizo Benaglio y sacar un centro preciso para el frentazo de Mark González que nos clasificó a segunda ronda.
Borghi lo llevó a la Copa América 2011 y anotó un gol ante México. Pero después no tuvo protagonismo. Hasta que Sampaoli lo llamó de emergencia para el partido contra Uruguay en el Nacional. Chile estaba lejos de los puestos de clasificación. La Roja había caído en Lima en el debut del casildense. El triunfo era clave para seguir con el sueño de ir a Brasil. Paredes fue titular y anotó el 1 a 0. Chile le ganó a los charruas por 2 a 0 y encaminó su rumbo al mundial de Brasil. Fue un partido bisagra. Después fue parte del plantel en la Copa del Mundo pero no vio acción.
Siempre estuvo ahí. Y ahora cuando Pizzi quería más poder ofensivo. Cuando quiso mover a Vargas a la derecha y poner otro delantero más, no dudó. Castillo estaba tocado. Pero habían más opciones: Orellana, Valdivia, o volver al plan inicial con el Chapa y seguir con Vargas en el centro del ataque.
Dio lo mismo los 36 años, dio lo mismo que ya no tenga el recorrido y la velocidad de antes. Paredes se fue adaptando mientras transcurrían sus años de fútbol. Ya no es ese goleador explosivo que se lleva colgando a los defensas. Hoy es un viejo cazador del área. Un veterano que usa sus años de experiencia para saber exactamente qué hacer en su hábitat. Y así salieron los goles contra Venezuela, con olfato, con cancha, con barrio. Paredes parece un jugador que intuye donde va a terminar la jugada, y siguiendo ese instinto se mueve en el área.
El fútbol y especialmente la vida de las selecciones son presente. Y el presente de Paredes es el gol. Está en el esplendor del gol.
Viejos, viejos serán los goles.
Ignacio González Mas.
Periodista
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