Luego de los hechos acontecidos entre Alberto Mayol y compañía (Giorgio Jackson, Beatriz Sánchez, etc.), cuando se enfrentaron por ver quiénes serían los que integrarían la lista parlamentaria del Frente Amplio por el distrito 10 que abarcan las comunas de La Granja, Macul, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín y Santiago y éste quedara excluido de aquella, después de gritos, “pataleos”, golpes de mesas, filtraciones de audios, etc. nada más se supo de Alberto Mayol.
Al parecer el actuar del Frente Amplio, no es tan distinto a las malas prácticas que se ejercen en la política y que tanto criticaban y critican; en donde ellos mismo se arrogaban ser una suerte de paladines de cómo hacer la nueva política, una política inclusiva, del pueblo, de todos y para todos, atribuyéndose una suerte de superioridad moral en la dictación de éstas materias; pero después de todo, quedó en evidencia que esto no era más que lo mismo que criticaban.
Su gran punto de quiebre y de destape fueron los mensajes que Alberto Mayol expuso al denunciar que había una operación política en su contra, la cual no le estaba permitiendo participar en la lista parlamentaria del Partido por el distrito 10, afirmó en un audio que el mismo filtró lo siguiente: “si quieren guerra, van a tener guerra”, esto en alusión al conflicto que tenía con Jackson, en vez de ayudarle no hizo más que empeorar su situación. Haciendo que la mesa electoral del conglomerado integrada por su carta presidencial (Beatriz Sánchez) decidiera bajar no sólo la candidatura de Mayol por el distrito 10, sino que por cualquier otro distrito cerrándole de plano la posibilidad de ser candidato por el partido, arguyendo para ello que los mensajes liberados por Mayol eran “la gota que rebalsó el vaso”.
Sin ánimos de criticar los procesos electorales internos de ninguna coalición, sí me gustaría puntualizar ciertas cosas precisamente de ésta:
En primer lugar, es que por la boca muere el pez, pues como comenté anteriormente ellos se arrogaban una suerte de poseer el “Santo Grial” de cómo hacer política, atribuyéndose una suerte de superioridad moral desde la cual hablaban a diestra y siniestra de cómo hacer la nueva política, subidos solos a un pedestal de superioridad moral y eso es lo que principalmente se les debe criticar, pues si bien es cierto en todas las coaliciones se presentan conflictos internos de quienes deben ser los candidatos que los representen en las distintas ciudades, comunas, distritos y regiones, no es menos cierto que lo llamativo del Frente Amplio es que les ocurriera precisamente a ellos.
En segundo lugar, lo ocurrido con Alberto Mayol permite suponer que nuevamente Giorgio Jackson “competiría” protegido por su distrito, pues competirá sin una competencia real de su sector, repitiéndose lo ocurrido en el año 2013 cuando la Nueva Mayoría bajó a sus candidatos para “blindar” el triunfo del ex dirigente estudiantil y hoy por hoy es su propia coalición la de (Jackson, Mayol, Sánchez, entre otros) la que veta la candidatura de Mayol, que sería el único que podría dentro de su propia unión hacerle una suerte de sombra y competir de igual a igual por el primer lugar de su lista.
Lo que contrasta con la lista única (parlamentaria por éste distrito) de Chile Vamos, pues en ella se competirá sin blindajes, sin trampas y engaños y de acuerdo a las normas de la democracia.
Susana Verdugo Baraona.
