InicioultimasOpinión Don Antuco y Tongoy.

Don Antuco y Tongoy.

Tongoy celebró un aniversario más de su fundación con diferentes eventos realizados en la semana  recién pasada . Como ya es tradicional en las efemérides cumpleañeras, se eligió la reina de la semana tongoyina quien presidió las fiestas, hubo un día ,el domingo, en donde en la Plaza de Armas del balneario diferentes locatarios realizaron la elaboración de sabrosos entremeses que se expendían en  la plaza a un público básicamente local que disfrutaba de tantos platillos servidos con suma destreza por  jóvenes locatarios.

Singular importancia en estas fiestas lo constituyó el desfile de aniversario con la participación de los estamentos más importantes de la zona quienes con mucha solemnidad y  no sin par gallardía desfilaban frente a la tribuna presidida por las autoridades comunales  a los sones de la banda de música del regimiento venido desde La Serena.

De las actividades aniversarios  me llamó profundamente la  atención aquella en donde la comunidad  rindió un muy merecido homenaje a una figura singular y emblemática del Balneario. Me refiero al ciudadano don Antonio Cortes, (don Antuco) a quien el municipio de Coquimbo le asignó con su nombre ni más ni menos  que  una plaza pública . Merecido homenaje a un chileno ,tongoyino, que por más de 34 años sirvió con devoción, responsabilidad  y amor a su pueblo, en su trabajo de funcionario municipal encargado de la recolección de basura y de la mantención de las áreas verdes.

Tuve la oportunidad de conocerlo, un hombre recto, laborioso responsable y comprometido con el trabajo. Su actividad la realizaba dependiendo de la municipalidad de Ovalle (recordemos que en esos años, Tongoy dependía del municipio ovallino, cercenado posteriormente por la  dictadura de Pinochet.)

No hace muchos años, el mayor problema del balneario era la falta de agua potable, esta debía obtenerse de un pozo ubicado en la Playa Grande. Entonces don Antuco, para mantener vivas y hermosas “Su Plaza” debía acarrear dicho elemento desde la playa  y  regar plantitas y árboles que le daban protección y alivio a la canícula veraniega, a los habitantes y turistas. Para ello usaba un carretón con tambores donde acarreaba dicho elemento. La carreta era tirada por una mula que se hizo muy popular en la zona y que llamaba “La Coqueta”ya que según don Antuco, su trabajo lo hacía con suma delicadeza y singular coquetería.

Pero hay algo más en la vida de este ejemplar ciudadano, ya fallecido. Él con su escuálido sueldo de empleado municipal supo formar, dirigir y educar a sus 15 hijos /as todos formados por la señera figura paterna en compañía de su ilustre esposa, también fallecida, doña Raquel Mercedes Zambra.

Vayan mis palabras de reconocimientos a las autoridades comunales que rindieron un tan merecido homenaje a don Félix Antonio Cortes nominando con su nombre una plaza. Plaza Don Antuco. Merecido gesto, ya que con esa actitud, se reconoce la labor anónima de un chileno que nos entregó alegría y felicidad en nuestros espíritus con su trabajo tan noble, aunque humilde,  que permitía mantener hermosas las áreas verdes de tan bello y placido balneario cargado de prosapia y de admiración en especial por los turistas extranjeros.

  Iván Ramírez Araya

OvalleHoy.cl