El alcalde Claudio Rentería desestimó críticas a la lentitud en la ejecución de los trabajos en la alameda de Ovalle, señalando que estas se encuentran dentro del plazo señalado en el contrato.
En estos momentos una cuadrilla de obreros trabaja en la instalación de las bases de cemento en los que irán empotrados los postes que soportarán las rejas perimetrales. De hecho en estos momentos, hacia el sector de Ariztía poniente, ya hay instalados alrededor de diez metros de una parte del enrejado.
El municipio de Ovalle invertirá un monto cercano a los 11 millones de pesos en la obra, trabajos que fueron iniciados el pasado 29 de marzo.
La obra consiste, específicamente, en la instalación de rejas de acero con pintura anti oxido, las cuales serán extensión de un metro y medio de ancho y una totalidad de 90 metros lineales. Además, contará con una puerta de acceso en el área de sala de máquinas, que es donde se encuentran los controladores de los sistemas de luces y agua del Espejo de Agua.
La idea principal de la construcción del cierre perimetral es evitar el ingreso de personas a la pileta, tanto por el cuidado de los equipos, como también para proteger la integridad de las personas, ya que el agua, frecuentemente, se expone a productos químicos y además el área cuenta con sistemas eléctricos que podrían afectar a quienes por algún motivo decidiera ingresar a la fuente.
“Cuando esto esté terminado no le quepa duda que todos los ovallinos se sentirán orgullosos de su espejo de agua”, afirmó el jefe comunal.
Luego adelantó que en los próximos meses volverá a sorprender a los vecinos con la remodelación de otro espacio de la Alameda, comprendida entre las calles Vicuña Mackenna e Independencia.
M.B.I.
