InicioultimasDeportesImpensado testigo de un momento histórico para nuestro deporte

Impensado testigo de un momento histórico para nuestro deporte

El ultimo partido en la vieja cancha, en campeonato de Kico Rojas.

La del viernes, con motivo de la ceremonia de inauguración o de entrega del nuevo estadio Municipal de Ovalle, fue una jornada especial.

Primero por la presencia de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet acompañada de altas autoridades nacionales y de la región, y además por la presencia de una invitada de piedra: la lluvia, que en rigor puso una nota diferente en la jornada.

Pero en lo principal, por la convicción de estar viviendo uno de esos extraños momentos que la casualidad concede sólo a unos pocos: ser testigo de un momento histórico, que cada una de esas alrededor de dos mil personas que estuvieron presentes en las graderías algún día recordarán con emoción y contarán a sus amigos y familia: yo estuve ahí.
Porque esto ponía el broche de oro a un largo recorrido que comenzó hace casi nueve años cuando fue aprobada la ejecución del proyecto para la construcción del nuevo campo deportivo de Ovalle y se anunciaban las obras de demolición del viejo y querido estadio.
Y ahí estaba yo, de manera casi fortuita.
En lo personal también fui testigo del último partido oficial del futbol profesional que fue disputado en el reducto de la avenida La Chimba: el miércoles 12 de agosto del 2009 cuando Coquimbo Unido eliminó a Deportes Ovalle de la Copa Chile. Y todos nos retiramos del lugar acongojados por el resultado adverso, pero con sentimientos encontrados: el saber que ese era el cierre del viejo reducto, aunque con la esperanza de tener en breve un renovado complejo deportivo. Sin sospechar el largo camino que aún tendríamos que recorrer para ver materializado el caro anhelo.

En los meses siguientes comenzaron las obras de desguace de las viejas estructuras, comenzando por la añosa Tribuna Oficial que casi caía a pedazos por causa de la termita y el tiempo.

Sin embargo tendríamos aun una última oportunidad para ver futbol en la vieja cancha. Unos meses más tarde, para mayor exactitud, en enero del 2010, en ese mismo campo se disputó una de las jornadas finales del Campeonato Internacional de Futbol Infantil de la Academia Kico Rojas.

El telón de fondo lo ponían las ruinas de la antigua tribuna casi desarmada.

Por eso el estar presente en la jornada del viernes , si bien llegué a ella de manera fortuita, fue un impensado privilegio. Y mientras veía desarrollarse la ceremonia cientos de imágenes acumuladas en los casi cuarenta años que estuve como periodista viendo futbol se me atropellaban en la memoria. Entre estos esa vez que el CDO consiguió retornar a la Segunda División de la mano de Gustavo Huerta y de Carlos Jorquera, o, como no, esa noche memorable en la que la ciudad se vistió de frac para recibir al Brasil Olímpico encabezado por el mismísimo Ronaldinho.

Y mientras recorría el lugar veía a mí alrededor a viejos amigos del deporte, rostros que fui conociendo, y aprendiendo a respetar durante todos estos años y que alguna vez hicieron historia con nuestro deporte. Y los fantasmas del pasado volvían a confundirse en la cabeza.

Sólo faltó que, para hacer más llevadera la prolongada espera, se escuchara a la “Pura” desde la gradería «regañando» a gritos a los árbitros por su desempeño; o a Don Guillermo ofreciendo a los espectadores sus tradicionales “sánguches de Llamito”.

Y ahora los ovallinos veíamos nuestro sueño cumplido. Un estadio magnífico, con esplendidas instalaciones, una cancha que parece una alfombra, una pista atlética que tiene estándares internacionales y que el próximo año recibirá a atletas de países vecinos. Un sistema de iluminación asombrosa, y dependencias interiores que serán un privilegio para el deporte. Un recinto que abrirá a las nuevas generaciones de deportistas que, esperamos, nos den tantas satisfacciones como las anteriores.

La historia, reflexioné, la Historia grande, se va conformando con breves momentos como estos, como un inmenso e interminable rompecabezas.

Y yo fui impensado testigo de uno de ellos.

Ahora sólo falta esperar que suene el silbato inicial y comience a rodar el balón.

M.B.I

Una espectacular vista desde un sector interior del estadio / Imagen gentileza de Marco Díaz.
La entrega simbólica de la llave del estadio al alcalde Rentería.

OvalleHoy.cl