La alimentación es la manera de proporcionar al organismo las sustancias esenciales, siendo cada persona responsable de la elección de los alimentos que va a consumir de manera voluntaria y consciente, y es en este punto donde empieza la nutrición.
La nutrición, como un conjunto de procesos y hábitos relacionados con la alimentación humana, es fundamental durante todo el ciclo vital, y como tratamiento complementario frente a ciertas enfermedades, es así como la nutrición es crucial antes, durante y posterior al tratamiento contra el cáncer.
Es importante destacar, que muchas de las sintomatologías como náuseas, vómitos, anorexia, y otros problemas para alimentarse desaparecen cuando termina el tratamiento contra el cáncer .
Una vez finalizado el tratamiento contra el cáncer, se deben tener algunas condiciones respecto a la alimentación como lo es realizar al menos 5 comidas al día, distribuidas en desayuno, colación, almuerzo, once y cena, no dejando pasar más de 2-3 horas entre una comida y otra. Dentro de estas comidas, es importante la selección de alimentos ricos en fibra: granos enteros (pan integral, pasta integral, trigo entero, quínoa, arroz integral, etc.), legumbres, verduras y hortalizas, y frutas. Para los alimentos aportadores de proteínas, principalmente, se recomienda alternar alimentos como legumbres, pescados, huevos y carnes magras bajas en grasa, a lo largo de la semana.
Es fundamental mantener una adecuada hidratación consumiendo principalmente agua, infusiones, entre 1 litro a 1 ½ litro. Además es importante considerar un consumo limitado de carnes con alto contenido de grasa, evitar el consumo de pasteles, refrescos y azúcares y limitar el consumo de bebidas alcohólicas. finalmente es necesario complementar estos consejos nutricionales con ejercicio físico diario.
Es necesario incluir todos los alimentos en cantidades adecuadas a lo largo de la semana, consumiendo alimentos de los diferentes grupos, de los cereales prefiera aquellos integrales, por su aporte de fibra, incorpore verduras y frutas 3 y 2 porciones respectivamente, asegurando el aporte de vitaminas, minerales y fibra, Leches y sus derivados entre 2-4 porciones, con preferencia de aquellos con menor contenido de grasa como lo son la leche descremada, quesillo, yogurt diet; Pescados, carnes magras, aves y huevos entre 3-4 porciones a la semana; Legumbres 2 veces por semana; Frutos secos 1 porción diaria y suficiente agua para mantener hidratado nuestro cuerpo.
Un plan de alimentación no es sinónimo de comer poco o evitar grupos de alimentos, al contrario es comer lo suficiente para nutrir nuestro cuerpo, en las porciones adecuadas, y variando con alimentos de todos los grupos. Se puede llevar una buena vida después de la lucha contra el cáncer, se puede comer bien y realizar actividades normalmente.
Finalmente algunas consideraciones para mantener la seguridad alimentaria: Lavarse las manos antes de manipular cualquier alimento, usar diferentes tablas para picar verduras, carnes y pescados, evitar alimentos crudos, almacenar los productos que han sido abiertos usando contenedores herméticos, de modo de disminuir el riesgo de cualquier contaminación y/o infección.
María Teresa de Jesús Pinto Olivares
Interna de Nutrición y Dietética