InicioultimasOpiniónPrueba SIMCE: Jóvenes comprenden cada vez menos lo que leen

Prueba SIMCE: Jóvenes comprenden cada vez menos lo que leen

Dos de los principales diarios nacionales – El Mercurio y La Tercera – el pasado viernes dedicaron el titular principal de sus portadas a la preocupación de autoridades por los resultados en comprensión de lectura obtenidos por los alumnos de segundo medio que rindieron el SIMCE, el promedio más bajo en la historia de la prueba.

Asimismo ambos coincidieron en atribuir esto al uso extendido en los jóvenes de internet y redes sociales que habitúa al joven al uso de un lenguaje reducido y casi mecánico.

Estoy de acuerdo que el uso cada vez más intenso de los adolescentes de computador , Tablet y teléfonos celulares, mas con interés recreativo y comunicativo entre sus pares que investigativo, los ha alejado de su interés por la lectura de textos literarios o de textos de mayor prolongación. A ello habría que sumar además la seducción que ejercen sobre ellos la televisión (abierta o de cobro), videos y juegos electrónicos.

Todo esto  ha tenido como consecuencia el uso cada vez más limitado del lenguaje, oral y escrito y , desde luego, una reducción sistemática de la comprensión del texto que lee.

Ahora, a eso se suman programas educacionales anacrónicos, a los que profesores sin flexibilidad en el aula, se ciñen de manera casi estricta, dando a sus alumnos textos que no les atraen, y al contrario terminan por alejar. Hoy en el siglo XXI no se puede estar imponiendo a los jóvenes lecturas que se daba a jóvenes de hace cincuenta años. La literatura juvenil actual tiene un amplio catálogo de títulos que son atractivos para los jóvenes pero que  son ignorados al momento de las exigencias o sugerencia de lectura en el aula.

Lo importante y urgente en este panorama desolador es dejar sembrado en el joven cerebro el interés por la lectura para que más adelante, por propia voluntad e inquietud, vaya descubriendo la riqueza que ofrece el universo de la literatura universal, subiendo de nivel peldaño a peldaño.

En estos momentos parece mas aconsejable sugerir la lectura de Harry Potter que El Quijote; o de Fuguet o Isabel Allende que la de Blest Gana. O, a nivel local, la de Ramón Rubina que la de Víctor Domingo Silva.

Pero empezando desde los primeros años en el hogar, donde hay que insistir en el niño con lecturas apropiadas y atractivas. Una y otra vez.  No imponiendo, sino sugiriendo para que termine familiarizándose con el libro y no con el teléfono celular de sus padres. No “enchufando” al pequeño con el video en el televisor para que se duerma (y permita al adulto ocuparse de otras cosas) , sino dedicar un tiempo a leer junto a él un cuento con personajes maravillosos como hacían nuestros abuelos y padres.

Existe una responsabilidad que todos tenemos que compartir por igual.

M.B.I.

OvalleHoy.cl