El Juzgado de familia de Ovalle destacó el enfoque participativo del centro residencial de protección Casa Cumbres de la capital limarina.
La magistrada del Juzgado de Familia de Ovalle Samantha Blanco Guzmán realizó una visita inspectiva al centro residencial de protección Casa Cumbres de la comuna, junto a la consejera técnica Claudia Castillo Saavedra, para inspeccionar las instalaciones y revisar los antecedentes del trabajo que desarrollan.
En la oportunidad, observaron in situ la situación de las 14 niñas y adolescentes que actualmente permanecen en la residencia, y entrevistaron a dos de ellas que voluntariamente quisieron dar a conocer algún aspecto de su interés.
«Se aprecia que se ha realizado un trabajo no solo en resguardo permanente de la vida e integridad física y psíquica de las niñas, sino que enfocado hacia su preparación para desenvolverse en la vida adulta e independiente, potencializando sus habilidades en
base a sus intereses, lo que se recoge de forma previa a una labor de escucha y
dedicación», indicó la magistrada Blanco.
El centro, dependiente de la Fundación del Instituto de capacitación y especialización
Padre Hurtado, atiende a niñas y adolescentes derivadas por el tribunal con medida de
protección judicial por vulneraciones en sus derechos, cuyas edades fluctúan entre los
7 y 17 años.
En el lugar, desde inicios de año comenzó a desarrollarse un programa con enfoque
participativo de las niñas y adolescentes, a través de salidas fuera de la residencia y
con una serie de charlas motivacionales y vocacionales realizadas por profesionales y
técnicos, cuyo objetivo es fomentar el desarrollo personal e incentivar la mejora en sus
estándares de calidad de vida, evitando la deserción escolar, y en el futuro, siendo un
ciudadano activo y preparado en la sociedad.
“La elección de estas temáticas no fue al azar, se les consultaron sus intereses, si no los
sabían, ayudamos a descubrirlos, siendo un punto en común, áreas que están muy
enfocadas en generar el bienestar al otro. Nuestro trabajo no termina al egreso, si no
que todo lo contrario, se inicia un acompañamiento hacia la vida independiente lo que
busca propiciar y facilitar oportunidades de aprendizaje escolar, social, laboral, y por
sobre todo emocional”, manifestó la directora de la residencia, Sarai Sasso Olivares.
En la región de Coquimbo, existen actualmente 14 centros dependientes de Mejor
Niñez, los que son periódicamente visitados por los jueces de familia, para verificar
que se cumpla el objetivo de protección de los derechos de niños y niñas, y su futura
reinserción en un contexto familiar estable y protector.
