La media de supervivencia global ha pasado de los 3-5 a los 7-10 años gracias a los nuevos tratamientos que van desde fármacos hasta el trasplante de médula ósea. La sobrevida en los últimos 40 años ha mejorado en forma dramática.
Este 5 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Mieloma Múltiple, un tipo de cáncer que afecta un grupo de células específicas denominadas Células Plasmáticas, que se producen en la médula ósea y que puede provocar: Dolores óseos -especialmente en la columna- anemia, infecciones recurrentes -respiratorias y urinarias-, compromiso de la función renal en los pacientes, que llegan a consultar al especialista tras presentar algunas de estas manifestaciones.
Según las estadísticas de Global Cancer Observatory, Globocan, en Chile se diagnostican alrededor de 850 nuevos casos al año afectando principalmente a los adultos mayores. Sin embargo, las últimas mediciones advierten de un aumento de esta patología en pacientes menores de 50 años.
Pese a tratarse de una enfermedad con síntomas permanentes, las expectativas de vida de los pacientes han mejorado a partir de nuevos tratamientos y de los resultados de estudios clínicos en todo el mundo.
Nuevos tratamientos disponibles
Para el oncólogo Eduardo Yáñez, director del Centro de Investigación del Cáncer James Lind, este tipo de cáncer “es, probablemente, una de las enfermedades en las que más progreso hay gracias al éxito de los estudios clínicos desarrollados en las últimas décadas”. Añade que en 1980 sólo había un fármaco útil, que era la quimioterapia, pero en la última década se han aprobado más de 15 nuevos tratamientos.
Entre los más reconocidos están los Inhibidores de Proteosoma, que representan la columna vertebral de la mayoría de los regímenes de tratamiento del mieloma, por ejemplo, el Ixazomib, investigado en Chile por el Centro James Lind.
También está la Pomalidomida, IMiD de tercera generación, componente fundamental de diferentes esquemas de tratamiento; los Anticuerpos monoclonales Anti CD38, como el Isatuximab; y las Terapias con células CAR-T: Basadas en la utilización de las propias células (linfocitos T) del paciente que “se extraen, se transforman genéticamente en el laboratorio y se estimulan para que puedan reconocer a la célula tumoral. Esos linfocitos modificados se le vuelven a infundir al enfermo para que destruya las células tumorales cuando las reconoce”, explica el doctor.
Otro tratamiento es el trasplante autólogo de médula ósea, que consiste esencialmente en una quimioterapia de alta intensidad para destruir el mieloma residual, la que se administra al paciente luego de haberle extraído células madre de su sangre. Después de la quimioterapia, esas células se le reinfunden para que la médula comience a producir nuevas células.
El oncólogo también hace referencia a los resultados de los últimos estudios clínicos, como la investigación usando Anticuerpo Biespecífico (que tienen como blanco las células tumorales y las células T), que muestra una tasa de respuesta global superior al 70% y está indicado en el tratamiento de pacientes adultos que han recibido al menos tres tratamientos previos.
Además, comenta que hoy en Chile se están reclutando pacientes para un estudio de fase III, que evalúa la administración subcutánea frente a la intravenosa de isatuximab en combinación con Pomalidomida y Dexametasona, en pacientes adultos con mieloma múltiple recurrente y/o refractario.
El especialista finaliza señalando que «participar en este tipo de ensayos permite a los pacientes acceder a los fármacos de vanguardia y contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos para futuros pacientes, como lo que se ha logrado en el caso del Mieloma Múltiple, en el que hemos pasado de los 3-5 años a los 7-10 años de supervivencia”.