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OpiniónHOY: La crisis de TVN y el rol irrenunciable de la televisión pública

En tiempos de fragmentación informativa, polarización social y concentración mediática, la crisis que atraviesa Televisión Nacional de Chile (TVN) no puede ser leída simplemente como un problema administrativo o financiero. Es mucho más profundo: lo que está en juego es el futuro de un pilar esencial de nuestra democracia.

La televisión pública, a diferencia de los medios privados, no responde a intereses comerciales ni editoriales particulares. Su rol es claro y urgente: informar con objetividad y pluralismo, educar a la ciudadanía, entretener con calidad y reflejar la diversidad del país. TVN, pese a sus tropiezos, ha sido durante décadas un canal que ha acompañado la historia reciente de Chile, permitiendo que múltiples voces, territorios y realidades tuvieran un espacio en la pantalla.

Que TVN se debilite, se privatice de facto o quede subordinado a las lógicas del rating y del mercado, es abandonar un instrumento vital para la cohesión social. Es resignar el derecho de los ciudadanos a contar con un medio que los represente a todos, sin distinción.

La televisión pública es necesaria para garantizar una información veraz y equilibrada, para fomentar la producción cultural nacional, para llegar con contenidos educativos a zonas apartadas, y para defender valores como la inclusión, la transparencia y la memoria. En momentos en que las redes sociales y ciertos medios propagan desinformación o polarización, un canal público fuerte y comprometido es más necesario que nunca.

Por eso, el Estado —y con él, todos nosotros— debe asumir con decisión su deber de fortalecer TVN: dotarlo de un modelo de financiamiento sostenible, resguardar su independencia editorial y actualizar su misión para los desafíos del siglo XXI. No se trata solo de salvar un canal: se trata de proteger un bien público esencial para la democracia.

Porque sin medios públicos robustos, la democracia se empobrece. Y sin TVN, Chile pierde una voz que debería ser de todos.

Por Angelo Lancellotti González
Periodista

OvalleHoy.cl