Con la llegada de la primavera, los días se alargan y aumentan las actividades al aire libre junto a perros y gatos. Sin embargo, esta estación también trae riesgos que muchas veces pasan desapercibidos: el golpe de calor, la proliferación de parásitos, las alergias ambientales y, en el caso de los gatos esterilizados, problemas urinarios que requieren especial cuidado.
El golpe de calor es uno de los cuadros más críticos. Puede presentarse tras juegos intensos o paseos en horarios de alta radiación. Señales de alerta incluyen jadeo excesivo, encías rojas, desorientación o tambaleo. Ante estos síntomas, los especialistas recomiendan trasladar al animal a un lugar fresco y acudir de inmediato a un veterinario.
La prevención es clave, por lo que se recomienda evitar paseos entre las 11:00 y 17:00 horas, ofrecer agua fresca constantemente y preferir rutas con sombra.Otro frente a considerar es la proliferación de parásitos externos. Pulgas, garrapatas y mosquitos se multiplican con las temperaturas templadas.
Por eso se aconseja mantener al día el control antiparasitario, revisar el pelaje, especialmente orejas, cuello y axilas, y reforzar la higiene de camas, patios y jardines.Las alergias estacionales también se intensifican en primavera. Picazón en patas o barriga, enrojecimiento, estornudos o secreción ocular son señales que no deben ignorarse, ya que un manejo temprano evita infecciones secundarias derivadas del rascado.
En el caso de los gatos esterilizados, esta temporada es una oportunidad para reforzar la salud urinaria. Acceso a varias fuentes de agua fresca, arenero limpio y una dieta formulada para mantener un pH urinario adecuado ayudan a reducir la formación de cristales o cálculos, frecuentes en felinos machos.La gestión del peso es otro aspecto esencial.
Con el aumento de la actividad, se recomienda ajustar las porciones y priorizar alimentos de alta digestibilidad y buen perfil proteico que favorezcan la saciedad y la masa magra. La obesidad no solo limita la movilidad, también incrementa riesgos articulares, respiratorios y metabólicos.
“La primavera invita a moverse más, pero también exige prevención. Hidratación constante, paseos en horarios frescos, control antiparasitario y una dieta adecuada son pilares simples que evitan urgencias y mejoran su bienestar”, señala Diego Rugeles, médico veterinario, especialista en nutrición animal.
Cuidar en primavera no significa vivir con miedo, sino anticiparse con pequeños hábitos que, sumados, se transforman en salud y bienestar.Con la llegada de la primavera, los días se alargan y aumentan las actividades al aire libre junto a perros y gatos. Sin embargo, esta estación también trae riesgos que muchas veces pasan desapercibidos: el golpe de calor, la proliferación de parásitos, las alergias ambientales y, en el caso de los gatos esterilizados, problemas urinarios que requieren especial cuidado.
El golpe de calor es uno de los cuadros más críticos. Puede presentarse tras juegos intensos o paseos en horarios de alta radiación. Señales de alerta incluyen jadeo excesivo, encías rojas, desorientación o tambaleo. Ante estos síntomas, los especialistas recomiendan trasladar al animal a un lugar fresco y acudir de inmediato a un veterinario. La prevención es clave, por lo que se recomienda evitar paseos entre las 11:00 y 17:00 horas, ofrecer agua fresca constantemente y preferir rutas con sombra.
Otro frente a considerar es la proliferación de parásitos externos. Pulgas, garrapatas y mosquitos se multiplican con las temperaturas templadas. Por eso se aconseja mantener al día el control antiparasitario, revisar el pelaje, especialmente orejas, cuello y axilas, y reforzar la higiene de camas, patios y jardines.
Las alergias estacionales también se intensifican en primavera. Picazón en patas o barriga, enrojecimiento, estornudos o secreción ocular son señales que no deben ignorarse, ya que un manejo temprano evita infecciones secundarias derivadas del rascado.
En el caso de los gatos esterilizados, esta temporada es una oportunidad para reforzar la salud urinaria. Acceso a varias fuentes de agua fresca, arenero limpio y una dieta formulada para mantener un pH urinario adecuado ayudan a reducir la formación de cristales o cálculos, frecuentes en felinos machos.
La gestión del peso es otro aspecto esencial. Con el aumento de la actividad, se recomienda ajustar las porciones y priorizar alimentos de alta digestibilidad y buen perfil proteico que favorezcan la saciedad y la masa magra. La obesidad no solo limita la movilidad, también incrementa riesgos articulares, respiratorios y metabólicos.
“La primavera invita a moverse más, pero también exige prevención. Hidratación constante, paseos en horarios frescos, control antiparasitario y una dieta adecuada son pilares simples que evitan urgencias y mejoran su bienestar”, señala Diego Rugeles, médico veterinario, especialista en nutrición animal.
Cuidar en primavera no significa vivir con miedo, sino anticiparse con pequeños hábitos que, sumados, se transforman en salud y bienestar.