Queridos camaradas y amigos. Camaradas todos, del mundo de las letras, las ciencias o de las artes, profesionales todos que soñamos con hacer un nuevo gran aporte en la construcción de nuestro Chile.
En estos días recordamos los 51 años de la elección e inicio del gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva. Después de medio siglo, está obteniendo el reconocimiento ciudadano, de casi todos los sectores, por el gran avance que significó para Chile, de haber iniciado el mayor proceso de cambios en la historia del país, con los resultados esperados, en un ambiente de libertad y democracia.
Fue la Revolución en Libertad.
Para algunos fue sólo la Reforma Agraria, o la educacional, o la “chilenización” del cobre, o el inicio de las construcciones de líneas de Metro, o la reforma educacional, o la gran construcción de viviendas, hospitales y escuelas en todo Chile, o las carreteras, o la promoción popular, los centros de madres, las juntas de vecinos, las reformas laborales con especial énfasis e la Sindicalización Campesina, etc.
Fue una gran reforma integral, en muchas áreas de nuestro desarrollo, para avanzar como un todo en pos de un Chile mejor. Y se logró.
En este momento estamos en una de nuestras grandes misiones. “Si esto se logra,-añaden podremos enorgullecernos de contar con un PDC que “piensa” y propone constituyéndose así en un aporte atractivo para los ciudadanos y en especial para los jóvenes”.
Esto significa volver a darle vida al partido. Hasta ahora nos preguntábamos: ¿qué partido?.
El Partido que nos acoge y escucha a todos los demócratas cristianos por igual. Aquel que inspirado en su doctrina e ideología, interpreta constantemente nuestra realidad mediante los instrumentos del Humanismo Cristiano.
Y también nos preguntábamos ¿qué es ser demócrata cristianos?
Aunque algunos quieren vernos como neoliberales bautizados o marxistas bautizados, nuestro pensamiento es distinto. Somos personas que creemos en la justicia social y la redención proletaria, La persona, las familias y la comunidad organizada deben ser la base del cuerpo social de la Nación. Por esencia, exigimos respeto a la persona humana.
Y nuestra tercera pregunta era ¿seguiremos pensando en el poder por el poder, o ponernos al servicio del pueblo, de las personas?
Nuestra primera tarea, es siempre tener presente a las personas. Y la conquista del poder político, debe ser para servir a las personas.
Lo primero que tenemos que pensar es dignificarla.
Aunque no somos un partido confesional, las palabras del Papa Francisco son claras al respecto: “Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo”
Entre los grandes problemas tenemos la jubilación
¿Cuál es el problema de la previsión, las jubilaciones? Qué el modelo no garantiza pensiones dignas a quienes han trabajado toda una vida, a una edad en que ya no tienen herramientas físicas para poder generar otros ingresos.
Cada vez que vemos a un niño maltratado, a una mujer golpeada, a un pobre humillado, a un homosexual discriminado, a un inmigrante abusado, a un viejo abandonado, a un joven explotado, es un dolor al alma misma de nuestra sociedad, que necesitamos no sólo mitigarlo, sino repararlo a fondo.
El mismo Francisco nos ha dicho: “No puede ser que no sea noticia que se muere de frio un anciano en situación de calle y que si lo sea una caída de dos puntos en la bolsa”.
Hasta ahora el modelo ha carecido absolutamente de consideración con la dignidad de las personas.
Una de sus tareas debe ser ponerse al servicio del partido, con toda su capacidad analítica, ética, profesional y propositiva para encontrar caminos que den respuesta a las inmensas necesidades de la población, desde una óptica humanista cristiana.
Hoy el país está en una etapa de iniciar profundos cambios, como aquellos que hace 51 años emprendió nuestro querido y recordado Presidente Eduardo Frei Montalva. Hoy el país es distinto al que asumió entonces, cuando los miles de niños andaban a pies descalzos, la mortalidad infantil era inmensa, millones vivían en “callampas”, el analfabetismo superaba el 70 por ciento, etc, etc….
Los tiempos cambian y surgen nuevas necesidades. En parte importante la posibilidad de que las nuevas transformaciones se lleven a cabo depende de nosotros.
¿Cualquier cambio?
No. No es un cambio para que los grandes empresarios se hagan cada vez más ricos y el pueblo sea más pobre. Tampoco para que el Estado lo domine todo y nos someta. Los cambios en Educación, Salud, Vivienda, Previsión, Transporte, Medio Ambiente, convivencia ciudadana y otros tantos, deben enfocarse en cómo lograr que las personas sean felices, en libertad, respeto, responsabilidad, lealtad y solidaridad.
Ese es nuestro modelo fundamental. Que nazca de las mismas personas.
El modelo comunitario está a la vista y debemos replanteárselo al país. Nos va a dar muchas más respuestas que las que aparecen hoy.
Las reformas de hoy son sólo el comienzo del nuevo Chile que queremos construir. Pero para eso requerimos iniciar un debate amplio y comprometer con acciones concretas los cambios sociales y políticos que está llevando a cabo el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. Y sin duda que será fundamental la Reforma Constitucional donde, un objetivo fundamental, debería ser integrar plenamente los Derechos Humanos en su contenido.
Tenemos, sin embargo, una carencia básica. No disponemos de medios de comunicación propios, aunque hay pequeños esfuerzos personales. Necesitamos ponernos a trabajar en este sentido, para que todos los profesionales y técnicos demócratas cristianos en las discusiones que se están dando hoy. El tema no es sólo financiero, sino también que nuestros militantes quieran expresarse, aunque a veces no estemos de acuerdo en nuestros puntos de vista, para construir, entre todos, una auténtica cultura demócrata cristiana.
No son solo las reformas tributaria, educacional, laboral y constitucional. También hay temas de medio ambiente; infancia, la familia, inmigrantes, tercera edad, etc…, que los demócratas cristianos debemos analizar y generar una propuesta transformadora. ¿Y por qué, por ejemplo, no podemos pensar en que en Chile debe aplicarse un auténtico Estatuto Social de la Empresa, donde se garantice la participación de los trabajadores en los directorios; o de los imponentes en las AFP o de los pensionados en las Compañías de Seguro?
Un tema que es propio, es debatir la nueva conformación legal de la Federación de Colegios Profesionales Universitarios, que están conversando con las autoridades sobre una nueva ley que los rija. Hasta ahora volverían a tener la tuición ética, no así la colegiación obligatoria.
¿Qué tenemos que decir sobre eso?
También debemos tener voz y rol en la futura reforma territorial de Chile. El proyecto para reemplazar los intendentes designados por otros elegidos democráticamente generará un cambio en el desarrollo político de las regiones. Ya hubo un avance con la elección de los consejeros regionales.
Otro desafío, es re-entusiasmar para que participen en este proceso miles y miles de profesionales que con una base ideológica semejante a la nuestra, se han alejado ante el abandono en que ha estado este sector durante largo tiempo.
Para llevar a cabo todo esto, algo debemos tener claro. Nuestro objetivo es avanzar para construir una sociedad humanista-cristiana. Sin embargo, el fin no justifica los medios. Nuestro método pasa por un apego estricto a la democracia y el respeto a las personas.
Hay tareas que realizar:
Realizar una difusión correcta de las nuevas leyes que se están promulgando ya que un 90 % de nuestros compatriotas no han sabido de grandes reformas que los favorecen
Que nuestras autoridades se acerquen a las bases y así establecer vínculos con Parlamentarios y Autoridades.
La invitación a todos los simpatizantes del gobierno de la Revolución en Libertad para unirse a esta tarea que es la de reafirmar la dignidad del oprimido de antaño y que con su ejemplo de a conocer como superarse y formulación de propuestas, donde podamos discutir, proponer y acordar, como hermanos de una misma doctrina, donde impere el interés social por sobre el interés personal y ambiciones de poder, recordamos el mensaje del Presidente Frei a la patria joven en su discurso con motivo de la Marcha de la Patria Joven, dijo entonces: “Por eso mismo, ustedes, jóvenes, mantengan su corazón limpio. Así servirán a su partido. Así servirán a su Patria. Tengan ustedes no sólo gritos. Sean portadores de su mensaje. Tengan ideas en la cabeza y no sólo entusiasmo, porque así marcarán siempre el rumbo. Tengan alegría porque ustedes tienen una gran Patria y van a vivir grandes días en los años que se avecinan; una juventud con alta moral, con ideas claras aplastará al caudillo, al cacique, al aprovechador, al eterno barro humano que se quiere pegar al carro del triunfo. Vigilen ustedes para que este movimiento siempre quede limpio. Este país sobre todo necesita un mensaje moral. No quiere partidos que sean oficinas de empleos”.
Esto sigue teniendo valor hoy. Asumamos los desafíos.
¡Viva el PDC!, ¡Viva Chile!
Les saluda atentamente
SERGIO BUGUEÑO FLORES
PRESIDENTE COMUNAL OVALLE
DEMOCRACIA CRISTIANA
LIMARI- OVALLE