El mamífero nocturno activó todo el protocolo de control por parte de la Autoridad Sanitaria, puesto que al ser analizado tenía todas las características de ser portador de rabia una infección letal para el ser humano.
Por esta razón, y a través del “Programa Nacional del Control de Rabia”, es que la SEREMI de Salud organizó acciones de manejo del foco de la rabia y que consta de aplicación de la encuesta epidemiológica ambiental de caso de rabia, investigación de las personas expuestas, vacunación masiva de animales susceptibles del área donde fue encontrado el animal infectado, vigilancia epidemiológica del área y toma de muestras de animales sospechosos. Por otro lado, también se realiza una exhaustiva educación sanitaria a las personas que viven en el perímetro.
La rabia es una zoonosis viral, letal en un 100%, que se transmite por la saliva del animal a través de una mordedura, por contacto con las mucosas o por heridas y se transmite a través de los animales de sangre caliente como perros, zorros y murciélagos.
Por su parte, el SEREMI de Salud Rosendo Yáñez llamó a la calma ante la situación, y entregó recomendaciones al respecto “la idea es evitar todo contacto innecesario con murciélagos y animales silvestres que puedan ser susceptibles a la rabia” y agregó que “si cualquier persona encuentra un murciélago muerto o moribundo, lo ideal es que pueda dar aviso a la Oficina de la SEREMI de Salud más cercana a su domicilio, tenemos oficinas en todas las comunas de la región”
Otra de las recomendaciones son evitar recoger los murciélagos, pero de ser necesario deben hacerlo con una pala y escoba, protegiéndose las manos y evitando todo contacto directo con el animal. Luego, éste debe ser guardado en un recipiente lo más hermético posible; se deben mantener los perros y gatos vacunados contra la Rabia, cabe recordar que estos animales domésticos pueden ser contagiados por murciélagos con rabia; todas las mordeduras de animales requieren atención médica y, finalmente, los tratamientos indicados en caso de mordeduras son obligatorios y no deben ser abandonados por ningún motivo.
El período de incubación va desde los 5 días hasta más de un año y, aunque los síntomas son inespecíficos, alguno de ellos suelen ser cansancio, cefalea, fiebre, y en los casos donde hay compromiso del sistema nervioso central, se manifiesta dificultad para deglutir, desorientación, entre otros.