


Temen que en cualquier momento la estructura severamente dañada por el terremoto del pasado miércoles, pueda terminar por ceder y desplomarse sobre la acera o lo que es peor aún, sobre alguna de las residencias vecinas.
Así lo afirma Danilo Segovia Morgado, arquitecto encargado de la Oficina de la Vivienda de la Municipalidad de Ovalle que en la mañana de hoy concurrió hasta el templo acompañado de un equipo de profesionales . En los minutos anteriores lo hizo un equipo tecnico de la empresa Conafe.
“En un momento pensamos que esto podría rescatarse o hacer otro tipo de maniobra pero la verdad es que está bastante fallada, tiene un apolillamiento bastante importante de las piezas que son centrales y hay un lado que está bastante cortado, entonces estructuralmente está inestable. En vista de eso y ante el peligro que pueda caer hacia las casas vecinas, es que se ha tomado la decisión de hacer un desarme de la torre del campanario. No es una demolición, sino más que nada un desarme” .
Explica que hay una parte de la estructura de la torre que está muy complicada porque en la década del cincuenta se hizo una intervención en la que pusieron ladrillos que aportan arriba un peso importante que es difícil tratarlo en altura . “Así que pensamos que se va a hacer un trabajo con grúa de desmantelación, de ir desarmando un poco de arriba para ir disminuyendo el riesgo que existe por esta inestabilidad que tiene el edificio”, añade. Para eso en las próximas horas se dispondrá de una grúa que permita trabajar en altura.
“Todo esto hay que evaluarlo rápidamente y tomar decisiones hoy. En realidad estamos contra el tiempo, porque esto puede caer en cualquier momento con una de las réplicas y causar mas daños que el que se puede visualizar con una pronta intervención. Las familias están informadas para que en cualquier evento tengan que desalojar y de las medidas de seguridad tomar, y vías de evacuación”, concluye.
Una de las viviendas amagadas por una eventual caída de la torre , sería la del comerciante y consejero Regional, Hanna Jarufe, que se ubica en la esquina opuesta.
Por su parte un representante de la comunidad del Corazón de María reconoció la necesidad de desarme de la torre aunque afirmando que el resto del templo (no obstante tiene daños) está en correctas condiciones y puede ser recuperable. Para eso anunció en los próximos días de una campaña que permita reunir los recursos necesarios.