A través de una Carta Pública, Héctor Zambra respondió la solicitud de renuncia que realizaron cuatro presidentas de Juntas de Vecinos de la localidad.
La Dirección de Comunicaciones del Arzobispado de La Serena, hizo llegar a nuestra redacción la carta pública dirigida a la comunidad de Sotaquí con la que el párroco y rector del Santuario del Niño Dios de Sotaquí, Héctor Zambra respondió la solicitud de renuncia que realizaron cuatro presidentas de juntas de vecinos de la localidad ovallina (ver nota).
En el documento, el rector del Santuario señala que «el ideal hubiera sido haber sostenido un diálogo entre Párroco y actores demandantes, a fin de realizar el ejercicio que nos pide el Evangelio para estas situaciones. Hablar en primer lugar y en privado con el afectado» y agrega que si bien «esto no se dio, reitero púbicamente una vez más, mi disposición a sostener un diálogo fraterno, verdadero y sincero».
El presbítero remarca que el «Templo Parroquial y Santuario de Sotaquí, es, ha sido y será la casa de todos los Sotaquinos, de los habitantes del Limarí y de nuestra Arquidiócesis» y pidió «que nadie se margine». Además, señaló que «si alguna persona no se ha sentido acogida o bien tratada de mi parte, reciba mis sinceras y públicas disculpas».
El texto de la carta es el siguiente:
«En relación a una carta pública de las Juntas de vecinos de Sotaqui, me dirijo a la comunidad cristiana: agentes pastorales, fieles y personas de buena voluntad, para precisar algunos puntos.
- Todo ciudadano tiene derecho a expresar sus puntos de vistas. Así lo han hecho estos hermanos, en una carta pública dirigida al Sr. Arzobispo de La Serena. El ideal hubiera sido haber sostenido un diálogo entre Párroco y actores demandantes, a fin de realizar el ejercicio que nos pide el Evangelio para estas situaciones. Hablar en primer lugar y en privado con el afectado. Aunque esto no se dio, reitero púbicamente una vez más, mi disposición a sostener un diálogo fraterno, verdadero y sincero. Las puertas de nuestra comunidad parroquial han estado y estarán siempre abiertas para acoger a todas las personas.
- Todos los que ejercemos un servicio de conducción: los responsables de la Juntas de vecinos, un párroco y cualquier actor social, sabe que nunca hacemos todo el bien deseado en nuestro servicio confiado. Errar es lo más propio de la acción humana, saber reconocernos frágiles, es nuestra grandeza y la mutua comprensión nos permite caminar esforzándonos por hacer cada vez mejor nuestros servicios que se nos han confiado. La vida es un diario aprendizaje.
- Si alguna persona no se ha sentido acogida o bien tratada de mi parte, reciba mis sinceras y públicas disculpas. En mi ánimo personal solo está poder servir de la mejor manera posible, tratando de seguir el modelo de Jesús buen pastor.
- El Templo Parroquial y Santuario de Sotaquí, es, ha sido y será la casa de todos los Sotaquinos, de los habitantes del Limarí y de nuestra Arquidiócesis. Que nadie se margine, quien lo haga está en su libertad más profunda, ante la cual solo me cabe lamentar, respetar y esperar más temprano que tarde su regreso a casa.
- A todos les invito a orar unos por otros, para que el Niño Dios de Sotaquí, nos de su paz y su sabiduría para superar este ingrato episodio. Nos congregue como pueblo de Dios, caminando juntos, superadas las distancias con la generosidad del corazón. La medida que usemos con el hermano, será la medida que Dios usará para con nosotros, dijo Jesús.
Pbro. Héctor Zambra G.
Párroco y Rector del Santuario de Sotaquí
26 de Septiembre 2015″