Aseguran que sus viviendas se han visto afectadas en los últimos años por la mala mantención que se efectúa al canal de regadío que pasa bajo sus propiedades, a lo que se ha sumado los daños por el terremoto del pasado 16 de septiembre. Desde la Dirección de Obras Municipales les advierten que construcciones podrían ser demolidas pues no cuentan con autorización.
Una de las afectadas es Emelina Mundaca Martínez, funcionaria de la Municipalidad de Río Hurtado que vive junto a su familia (incluido su padre de 90 años ) en el 240 de Tangue en una propiedad que es partida por el canal Tuquí Bajo.
Cuando levantaron la vivienda hace varios años, por la necesidad de contar de más espacios para la familia, decidieron construir también sobre a losa del canal, el que no solo estaba abovedado sino que reforzado con dos gruesos muros de cemento armado levantados por el padre para contener las aguas, y además soportar el peso de un vehículo que era guardado en el lugar.
Con los años sin embargo, y con la pobre mantención que se le hace al acueducto que riega el sector surponiente de la ciudad, el muro ha ido perdiendo cada vez mayor consistencia. Eso se advierte con solo golpearlo con una mano, lo que causa filtraciones hacia el interior de la propiedad, básicamente un patio y un huerto.
Todo esto se vio agravado por el terremoto del 16 de septiembre, porque la vivienda ubicada aguas abajo , habría sufrido un colapso sobre el canal, obstaculizando el paso de las aguas que fueron echadas al cauce sin efectuar una previa limpieza. Los efectos se pueden ver a simple vista por el muro poniente que amenaza con caer hacia la casa vecina.
Temen que la vivienda, que muestra grietas por doquier, continúe deteriorándose, hundiéndose para llegar a un colapso mayor.
Cuando Emelina Mundaca denunció el problema, fueron visitados por funcionarios de la Dirección General de Aguas y por dirigentes de la Junta de Vigilancia del Canal Tuquí bajo que preside el agricultor Roberto Vega .
También enviaron una carta al Director de Obras Municipales, Glen Flores, quien les hizo notar que ninguno de los vecinos del sector cuenta con autorización para construir sobre el canal, por lo que legalmente correspondería una demolición.
Emelina Mundaca asegura que la casa fue construida en su momento con todas las de la ley , con autorización municipal, y están en su pleno derecho de construir sobre un canal que atraviesa su propiedad.
Ante esta situación adelanta que contratarán los servicios del abogado Alfredo Villagrán para evitar cualquier riesgo de demolición, pero además para conseguir que los canalistas asuman sus responsabilidades por mala mantención del conducto.
GLEN FLORES: “NO SE PUEDE CONSTRUIR SOBRE UN CANAL”
Consultado sobre el tema Glen Flores, Director de Obras Municipales, señala que el canal pasaba por el lugar mucho antes de la construcción de las viviendas para servicio de los predios de la parte baja
“Tiene que ser demolido todo lo que está sobre el canal, porque ellos (los canalistas) tienen los derechos reales , intocables, sobre el canal y ellos (los vecinos) no tienen autorización para construir sobre el canal . Lo que tienen que demoler es todo lo que está construido sobre el canal, respetando los tres metros sobre el eje del canal. Es decir 1,5 metros desde el centro hacia ambos lados “, dice el profesional puntualizando que eso afectaría a todas las propiedades ubicadas en el tramo entre Arauco y Miguel Aguirre.
Hace notar asimismo que existe el problema adicional de aguas servidas que van a dar al canal que sirve para riego de productos que la población consume posteriormente.
No obstante eso hay que hacer notar que en la actualidad el canal Tuquí Bajo, que en un momento alcanzó gran importancia porque regaba grandes extensiones de cultivos en el sector poniente de la ciudad, en la actualidad solo sirve a dos productores: Roberto Vega y Roberto Cortés Corral. Las restantes propiedades han ido siendo ocupadas por conjuntos habitacionales o propiedades industriales y de servicios, como colegios.
Y aunque en alguna ocasión se ha sugerido prestarles servicios a los terrenos de cultivos que sobreviven, a través del canal Romeral (bajando por el sector Mirador), esa iniciativa no ha prosperado por el interés de las autoridades para que el cauce sea utilizado además como colector de aguas lluvias para la parte baja de la ciudad.