En estas últimas dos semanas, hemos leído preocupantes informaciones relacionadas con el túnel de Agua Negra. La primera, en diario El Mercurio del domingo 27 de diciembre pasado, titulado “Los observatorios astronómicos en vías de convertirse en patrimonio de la humanidad”, en la que el mundo científico coloca su voz de alerta sobre la urgencia de proteger los cielos oscuros de la zona en torno a los observatorios Tololo, La Silla y Las Campanas, buscando “una nominación que podría ser clave para contribuir a preservar los cielos oscuros del norte de Chile, que ofrecen condiciones excepcionales para el estudio y comprensión del universo”(pág.E7).
Allí se afirma que “justamente, se ha dado un primer paso en la conservación de estos recursos naturales, al convertirse, en agosto pasado, el sitio del observatorio de AURA en el Valle de Elqui en el primer Santuario Internacional de Cielos Oscuros en el mundo. Recibe el nombre de “Santuario de Cielos Oscuros Gabriela Mistral”” (pág. E7). Esperamos que nos expliquen la Cancillería, Ministerio del Medio Ambiente y los ambientalistas de la región ¿Cómo se va a proteger estos cielos de la instalación del complejo Agua Negra en el corazón mismo de este patrimonio de la humanidad?
La otra información relevante la entregó la Sra. Mirtha Meléndez Secretaria ministerial de obras públicas, quien en una entrevista en Diario El Día del 27 de diciembre de 2015, al referirse al proyecto del túnel, expresó que hubo avances en el sentido que ambos países se definió por ley, se aprobó en ambos parlamentos y que el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) dio su aprobación para otorgar el crédito para su financiamiento (lógico que eso sucediera pues tal es su negocio). Pero lo importante es lo que expresa sobre, las condiciones y requisitos impuestas por el BID para esta obra, que son; actualizar el registro de los consorcios que postularían, debe hacerse un “ESTUDIO DE SEIS MESES PARA VER LOS RIESGOS, porque como nosotros tenemos un proyecto que está en prediseño y falta toda la parte ambiental por el lado chileno, el BID quiere saber si efectivamente el túnel va a costar el valor que dice en esos estudios y que riesgo tiene”. (Diario citado).
Finalmente nos preocupa que después de tantos años todavía se está en un pre proyecto, gastándose tanto dinero en su promoción. Toda esta situación es que nos lleva a meditar que si se insiste en hacer la conectividad por el Valle de Elqui, sería a muy largo plazo, y se corre el riesgo que se convierta en un elefante blanco sin uso por la presión de la comunidad científica y la comunidad internacional. De allí, que se debe mirar alternativas viables (Paso Fronterizo “La Chapetona”), ya que si se sigue en la porfía, tendríamos una obra inútil y quedaría la Región de Coquimbo definitivamente fuera del Corredor Bioceánico.
OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO