
El presidente de la instancia, Miguel Ángel Alvarado, adelantó detalles del informe final, donde además se critica que “son muchas las fallas en nuestra Región que tuvieron sanciones mínimas e irrisorias”.
Tras casi seis meses de trabajo, este martes comenzó a definirse el informe final de la Comisión Investigadora sobre las irregularidades cometidas por la empresa sanitaria “Aguas del Valle” en la Región de Coquimbo.
El presidente de dicha instancia, el diputado PPD, Miguel Ángel Alvarado, comentó que junto a los parlamentarios integrantes apuntarán sus críticas al rol que jugó la Superintendencia de Servicios Sanitarios en los diversos incidentes de desabastecimiento ocurridos en la zona, entre los que destacan el brote de norovirus ocurrido en 2013; el corte de suministro que en julio de 2015 afectó a casi 100 mil personas en Ovalle por 13 días; y el último corte prolongado acontecido tras las lluvias de agosto pasado.
“Las conclusiones de esta comisión son una situación de mucha responsabilidad para el país, ya que este modelo de concesiones ha demostrado fisuras muy grandes, de menoscabo a todos los consumidores que pagan su cuenta y que deben soportar un servicio inadecuado, sin compensaciones cuando se producen episodios de desabastecimiento”, comentó Alvarado, quien agregó que “también detectamos que existe una nula participación ciudadana, pues no se toma en consideración la opinión de la población”.
Por ello, el parlamentario adelantó que en el texto se hará hincapié en el rol de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, la que, a su juicio, “es un organismo que debería ayudarnos y defendernos, pero que ha actuado con negligencia”.
“Son muchas las fallas en nuestra Región que tuvieron sanciones mínimas e irrisorias. Ese es un tema clave que hemos puesto en relieve en nuestra comisión, ya que es importante que en Chile alguien se haga responsable de las fallas que se cometen”, agregó Alvarado.
Finalmente, el diputado PPD comentó que tras meses de trabajo “hay dos cosas que sacamos de enseñanza; la primera es que el recurso agua es finito y debemos cuidarlo a través de planes de desarrollo y del aprendizaje de experiencias ocurridas en otros países, como Singapur. Y segundo, es el mayor protagonismo que debe tener la ciudadanía, pues no podemos ser autómatas que solo pagamos una cuenta. Creo que ese modelo tiene que cambiar para bien, respetando los derechos de todos los usuarios”.
El texto final de las conclusiones será votado el próximo martes en la última sesión de la Comisión, y luego debería ser votado en la Sala de la Cámara.