
Transeúntes siguieron al autor dos cuadras para encararlo y entregarlo a carabineros. La madre sin embargo le bajó el perfil a lo ocurrido y se desistió de la denuncia.
Faltaban pocos minutos para el mediodía cuando en el paseo peatonal, a menos de media cuadra de la plaza se congregó un grupo de personas para llamar la atención a viva voz a un individuo joven que se alejaba rápidamente del lugar en dirección oriente para doblar por Arauco.
¿Qué motivaba la indignación de los transeúntes? Que el hombre segundos antes había golpeado ferozmente en el rostro a un niño de aproximadamente cinco años porque no paraba de llorar.
El individuo fue seguido hasta interceptarlo en calle Libertad donde fue encarado por un grupo de personas que le enrostraron su actitud y llamaron a carabineros, reteniéndolo hasta que dos funcionarios en bicicleta llegaron al lugar.
“Es que no obedece nunca, y a mí me enseñaron así cuando niño. Hay que enseñarles”, repetía el sujeto.
El agresor fue conducido hasta la Farmacia Simi, donde había buscado refugio la madre, y donde después de tomarle los datos, y ser apercibido por el artículo 26, fue dejado en libertad.
Consultados los funcionarios policiales explicaron que la madre aseguró que el hombre sólo le pegó al niño con la punta de los dedos en los labios para obligarlo a callar, y le pasó casualmente a llevar la nariz. “Y como es delicado de nariz le salió sangre”, habría dicho la madre. En la farmacia, agregan los funcionarios, ratificaron que el niño no presentaba lesiones.
Un testigo presencial directo de lo ocurrido, profesional en un importante local comercial del centro de Ovalle, refuta la versión de la madre. “Venían caminando en mi dirección y me llamó la atención porque el niño no paraba de llorar y el hombre le gritaba que se quedara callado. Incluso lo insultaba para que se callara. Fue entonces cuando se devolvió y le dio un fuerte golpe en el rostro, que casi lo botó. No sé si le sacó sangre, pero el golpe fue muy fuerte. Yo le grité que como se le ocurría hacer eso con un niño, y se lo repetí varias veces. Y él lo único que me respondía era que “no obedecía, hay que pegarle”. Y yo le decía ”así no se le enseña a un niño”. Y la mujer le dijo “le voy a decir al papá”. Así que no me queda claro si el hombre es el papá del niño o ella se refería al abuelo”.
Pero bueno, como la madre no hizo la denuncia , el asunto no continuará adelante. El agresor no recibirá su sanción o, al menos, se le dará la atención sicológica de control de impulsos para corregir la vieja creencia de principios del siglo XX que los niños obedecen con golpes.