

Ubicada en calle Coquimbo, a pocos metros del paseo peatonal, la Casa Ruilova no solo atrae a sus clientes con su variada mercadería de mercería, sino que desde hace un tiempo por una exposición de fotografías en la parte superior.
Es conocido que su antiguo propietario, don Virgilio Ruilova, fue una persona que además de ofrecer sus productos , fue un inquieto reportero y corresponsal de la Revista Vea, y fotógrafo y que al morir dejó como herencia una valiosa colección de imágenes de sus actividades particulares y asimismo del Ovalle antiguo. Muchas de estas han sido compartidas generosamente por la familia con la comunidad y reproducidas en variadas publicaciones.
Patricio Ruilova, uno de los propietarios y principal impulsor del trabajo de su padre, señala que varios investigadores de la cultura local han solicitado sus imágenes para preservarlas e incluso la publicación de libros que han ayudado a mantener intacto el espíritu de su autor.
La última iniciativa ha sido ampliar algunas de estas imágenes a un tamaño mayor para instalarlas en el frontis superior de la tienda, las que son observadas con curiosidad y admiración por los transeúntes. Eso aunque no contribuye mucho a la buena visión la maraña de cables del sistema eléctrico y telefónico que pasa por el lugar y que impide una mejor contemplación.
Asimismo Ruilova explica que otra idea en desarrollo es elaborar un grueso álbum con algunas de estas imágenes de buen tamaño para que esté disposición de sus clientes cuando estos concurran a su mercería y puedan verlas mientras esperan atención.
La memoria de don Virgilio continúa aún vigente.