La exhibición de camisetas de Provincial Ovalle por parte de autoridades durante la reciente visita a las obras del estadio de Ovalle ha causado incomodidad en algunos sectores que aún ven a Deportes Ovalle como el representante genuino de la ciudad en el futbol rentado.
Eso aunque el CDO, con una larga trayectoria en el futbol chileno, vive momentos de incertidumbre, con una clara división entre la hinchada y sus propietarios, y corre el riesgo de desaparecer del futbol profesional y regresar a la Tercera División.
El problema de Deportes Ovalle no es sólo la imagen de su principal propietario, el empresario Miguel Nasur que despierta anticuerpos en la comunidad, sino además que el proyecto está claramente desvinculado de la ciudad misma. Por una parte por factores ajenos a la dirigencia (la falta de un estadio en la ciudad que lo obliga a jugar lejos de la ciudad que representa), pero principalmente por la lejanía que el hombre de la calle mira un club que siente ya no le pertenece. Eso no obstante que el cuerpo técnico y la buena parte de su plantel de jugadores son integrados por personas vinculadas a la provincia del Limarí.
Lamentablemente eso , aunque persiste un grupo no menor de hinchas – distribuidos a lo largo del país – que siguen su campaña y viven a muerte cada uno de sus partidos, ha ido generando una creciente indiferencia a lo que ocurra con el club. No podemos olvidar que el club tiene una historia rica, y son numerosos los jugadores que en alguna oportunidad han vestido su camiseta y han paseado el nombre de la ciudad en distintas canchas del país y del extranjero. Eso no se puede borrar tan facilmente.
Por otra parte en los últimos meses ha surgido en la ciudad otra alternativa: Provincial Ovalle, conformada por un grupo de dirigentes que decepcionados por el manejo del CDO , se marginaron y resolvieron hacer algo distinto. Desde abajo, pero claramente arraigado en la comunidad para representar a la ciudad en competencias nacionales.
No es una iniciativa que haya encendido entusiasmos inmediatos, como fuegos artificiales, pero es claro que está la pasión y la disposición a continuar aprendiendo y mejorando.
Y sus dirigentes son de acá, los vemos a diario en las calles, en el comercio, en la fila del banco, y pueden ser abordados por los medios de comunicación y los hinchas. No a cien o quinientos kilómetros de distancia con teléfonos que nunca responden. Están aquí, tienen su oficina en la ciudad donde el aficionado puede acudir a inscribirse como socios y hacer un aporte. Lo que siempre es de agradecer y crea una sensación de pertenencia.
Además son creativos y no temen golpear puertas para conseguir financiamiento o los respaldos políticos o sociales necesarios para tirar adelante el proyecto. Por ejemplo lo de la camiseta a Antonio Banderas, al Presidente de la Tercera División, a la Ministra Riffo y las controvertidas imágenes de las autoridades en el estadio de Ovalle, que son impactos mediáticos que si bien constituyen sólo la punta de un iceberg de un trabajo mas profundo no dejan de llamar la atención .
Ahora, es de esperar que Deportes Ovalle supere sus problemas y que sus propietarios rectifiquen el rumbo que ha hecho a la comunidad distanciarse del club. Y es de desear, a su vez que a Provincial Ovalle le vaya bien en la aventura que se inicia. Después de todo no podemos olvidar que es Ovalle y la Provincia del Limarí lo que representan.
Independiente que lo de las camisetas y las autoridades en el estadio Municipal hubiere causado inquietud o molestia en algunos, lo importante es que ambos, de distintas maneras, representan a la ciudad y merecen el reconocimiento y respaldo de la ciudad.
M.B.I.