Respecto, a la consulta que me han hecho muchísimas personas durante el último tiempo del porque de mi alejamiento de la política, en mi mente existían muchas respuestas ¿pero cuál elegir?… ¿cómo expresar el sentimiento que provocaba en mi lo que estaba pasando en la política, con mi sector y sobre todo con mi partido?… ¿dolor?, ¿ira?, ¿desencanto?.
Existía en mí un sin número de emociones encontradas, puesto que por más de 19 años había abrazado los principios e ideales de la UDI, que hoy veo que están en el baúl de los recuerdos, dando paso a todo lo que la «modernidad» trae, lo descartable, lo conveniente, lo políticamente correcto que no necesariamente es lo moralmente correcto. Estas fueron en parte las razones por lo cual confirmé con pesar mi renuncia a la UDI.
Desde hace un tiempo me había planteado la idea de no reinscribirme en la UDI, pero posteriormente decidí renunciar por escrito de manera definitiva, puesto que a mi juicio, la UDI actual se ha alejado de sus principios y valores fundacionales y sobre todo del legado del Senador Jaime Guzmán, perdiendo así su identidad, siento que hoy en día, la figura de Jaime es utilizada como bandera de lucha, pero quedan pocos los que trabajan lealmente en este legado, la formación de jóvenes y líderes que trabajen para el país y no para sí mismos, situación que hoy siento que no está ocurriendo, se ha ido deteriorando la formación de los jóvenes, que es básico para tener líderes reales, y frente a ello no podía quedar indiferente.
Esta decisión no ha sido a la ligera, sino que ha surgido luego de haberlo meditado largo e intensamente; de hecho, los argumentos utilizados por el Diputado José Antonio Kast, al renunciar a la UDI, sentí que eran los que me estaban representando y haciéndome cuestionar mi permanencia en el partido y al éste renunciar, sentí que era lo correcto, puesto que si un proyecto, ya no te representa y no sientes que puedas aportar más, es mejor y más responsable dar un paso al costado, que seguir por mero compromiso.
Evidentemente me ha dolido esta decisión, si más que mal son 19 años de militancia, pero me era imposible continuar en un lugar en que no me sentía cómoda y que según mi consideración, se desvía y aleja del proyecto al cual adherí.
Dejo el partido, por otra parte, con la esperanza de ayudar a impulsar una nueva iniciativa que recoja lo mejor de las ideas y los ideales de Jaime Guzmán, puesto que la muy delicada situación nacional, lo amerita y exige este esfuerzo, de hacer una política, en que lo importante sea siempre decir la verdad, se descarte el dar respuestas políticamente correctas y en la que los chilenos encuentren la opción que los represente.
Finalmente, agradezco las puertas que me abrió la UDI, pero ya es hora de dar un paso al costado, puesto que me di cuenta que mi lugar ya no estaba ahí y por lo tanto, carecía de todo sentido seguir perteneciendo a dicha colectividad.
Dra. Susana Verdugo Baraona.