Aunque es una situación bastante más auspiciosa que el 2% del año pasado a la misma fecha, dirigentes llaman a regantes a mantener la calma.
Bastante auspiciosas fueron las últimas precipitaciones que se dejaron caer en la región de Coquimbo en materia de nieve. Particularmente en la cordillera del Limarí, la Dirección General de Aguas (DGA) informó que en lo que va del año se han acumulado 1.99 metros en Quebrada Larga y 2.01 metros en Vega Negra.
Durante los primeros seis días de este mes de junio, el embalse Recoleta aumentó su acumulación en un 2.4%, pasando de 46.270.000 m3 acumulados a 47.380.000 m3, manteniéndose hoy al 47% de su capacidad máxima, cifras bastante más auspiciosas que el 2% del año pasado a la misma fecha.
Pero las organizaciones de riego de la región han llamado a mantener la calma, llamado que se replica en la Asociación de Canalistas del Embalse Recoleta (ACER), donde se mantiene una dotación de agua acorde al proceso de desertificación por el que atraviesa la zona.
El pasado 1 de mayo, el Directorio de la Asociación de Canalistas del Embalse Recoleta determinó una asignación provisoria para la nueva temporada 2016-2017 de 1.000m3 por acción. Como explicó la Administradora de ACER, María Inés Herrera, “esto se mantendrá hasta septiembre-octubre para –una vez terminado el período invernal- definir la dotación definitiva, porque para esa fecha han pasado todos los eventos de precipitaciones posibles. Dependiendo de cómo haya sido el invierno, veremos si nos mantenemos con los 1.000 m3 o posiblemente hay un aumento”.
Recordemos que la temporada pasada la entrega de agua para los usuarios de agua del Embalse Recoleta fue de 600 m3 por acción, los que fueron distribuidos a través de un sistema de turnos de dos semanas de corta por una semana de agua. Como explicó Herrera, para esta temporada “hasta septiembre-octubre se va a trabajar en base a turnos, pero si la dotación se aumenta o se mantiene de ahí en adelante probablemente empezaremos a entregar el agua de forma permanente”.