La coyuntura que se espera resolver este 23 de junio es si se permanece “Bremain” o bien se salen “Brexit” de la Unión Europea. El punto en cuestión, es que, este plebiscito se enmarca en el cuadro de reacomodo geo político en el mundo, viene desde hace unos 25 años y es un proceso en evolución.
Esto tiene un primer antecedente concreto, que fue el derrumbe de la Unión Soviética, en que surgen repúblicas nuevas, donde esas naciones retomaron su antigua identidad, su propia frontera, su propia cultura. Aquí podemos decir que los intentos de sustituir el nacionalismo con el internacionalismo, ha sido infructuoso, ya que “…está arraigado en la humana necesidad de un lugar seguro, de lealtad comunal, de identificación individual.” (La Ira de las Naciones, William Pafaff).
El surgimiento de organismos internacionales tenía como objetivo para la seguridad de los Estados, principalmente, librar al mundo del temor de otra gran guerra y con esa visión buscaban, evitar la guerra o mantener la paz entre ellos, para que independientemente y/o con colaboración externa de otros Estados, puedan cumplir con su desarrollo que le permitan sus recursos naturales para la plena realización de sus habitantes. Primaba lo que dijo en 1935, sir Samuel Hoare (discurso N.U.), “La seguridad colectiva significa, la Organización de la Paz para evitar la guerra, por medios colectivos, lo que es una concepción compleja”.
El problema que se aprecia en el Reino Unido lo graficaba el diario “The Sun” que pide a sus electores salirse de la Unión Europea y creer en el Reino Unido, fundamentando que, a causa de la “expansión sin cese del Estado Federal Alemán, el futuro del Reino Unido será “todavía más oscuro” dentro del bloque. “El Brexit es la ocasión para reafirmar la soberanía nacional” ante la “dictadura de Bruselas”.
Aquí visualizamos que los pactos que había en base a emocionalidades tienden a morir. Algunos países europeos se han aburrido de costear a los otros países que no se han esmerado y que perciben que no ha sido beneficioso, haber dejado en manos de terceros su soberanía económica y política. De allí, que se aprecia que los países, hoy en día, están en un proceso de recuperar su identidad y por ende, los ingleses quieren decidir por sí mismo.
Para Chile si se llegase a producir la salida del Reino Unido de la comunidad europea, se dice que el impacto sería transitorio. Hay que tomar en cuenta que la salida sería a dos años y Chile tiene dos alternativas; seguir con el cuerpo legal Acuerdo Chile – UE actual con modificaciones o bien, desarrollar un Tratado propio entre Chile – Reino Unido, porqué los tratados suscritos quedarían obsoletos.
Esta tendencia a la reafirmación de la soberanía, cultura e identidad de los países, es un hecho que nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores debe tener presente, en el hoy por hoy.
OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO