Esta anómala situación se prolonga alrededor de un mes, desde que cesara en su cargo el presidente de la Sala 1 de este juzgado de primera instancia en lo penal.
Desde entonces el tribunal, constituido por dos salas, ha operado con un solo magistrado – el juez Luis Muñoz Caamaño – que todos los días tiene que alternarse atendiendo en ambas salas. Con excepción de aquellos días en los que ha sido sustituido por un juez subrogante.
Este solitario magistrado tiene que atender un promedio de treinta audiencias diarias, sumados los controles de detención.
Esto significa que los intervinientes – fiscales, defensores, abogados particulares – el público, familiares de los imputados se ven obligados a esperar durante horas en los pasillos que corresponda el turno de audiencia.
Extraoficialmente se ha sabido que la terna de postulantes para proveer el cargo de Ovalle ya estaría a disposición del Ministerio de Justicia, desde donde aún no existiría un pronunciamiento definitivo.
Lo cierto es que resulta paradójico que mientras la sala única del Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle dispone de cinco jueces titulares, el Juzgado de Garantía funcione hace un mes con uno solo.