InicioultimasOpiniónCreando desde ya una cultura de la limpieza

Creando desde ya una cultura de la limpieza

De manera permanente el Municipio local está realizando labores de mantención de áreas verdes, espacios públicos y calles de la ciudad como una manera que esta ofrezca un rostro más amable para los residentes y atractivo para quienes nos visitan. Un entorno limpio y ordenado incluso contribuye a mejorar la calidad de vida.

Un ejemplo de eso es el replantado de árboles ornamentales que se hace en estos momentos en arterias del sector céntrico, con el propósito de reponer aquellos ejemplares que han desaparecido por su envejecimiento o bien porque han sido destruidos prematuramente por manos desconocidas.

Lo cierto es que la de mantener una ciudad limpia y atractiva no debiera ser sólo una tarea del municipio, sino que de toda la comunidad. Lo que va desde el simple ejercicio de depositar en el basurero más cercano los papeles, envases, botellas,  en lugar de optar por la comodidad de arrojarlo al suelo.

Sacar de manera oportuna las bolsas de basura domiciliaria o de restaurantes para que sean recogidas por el camión recolector, evitando que estas permanezcan expuestas a los animales callejeros. No perder asimismo  la antigua costumbre de barrer en las primeras horas de la mañana el frontis de las viviendas o los negocios, sin esperar que lo haga el barrendero público.

Pasa también por eliminar la costumbre de promocionar actividades, espectáculos, etc pegando papeles en postes, muros y otras superficies, los que van quedando con el tiempo, deteriorándose, poniéndose amarillos hasta que llega alguien y pega otro encima.
Incluso, en especial los jóvenes que utilizan los muros de edificios públicos o privados para expresar su disconformidad con el sistema a través de incomprensibles rayados, causando una fuerte contaminación visual.

No escapa a esto el mobiliario público, faroles, señales de tránsito, bancos de plazas, parques, deteriorados no solo por el uso, sino también por la acción incomprensible de los mismos que suelen utilizarlos a diario.

Finalmente, hay que incluir a dueños de animales domésticos que los sacan a pasear por las calles aunque no se preocupan de recoger las heces de estos para depositarlos posteriormente en un basurero y evitar que estas proliferen en las aceras, parques, prados, etc.

Es verdad que todo esto pasa por lo cultural y sería necesario un trabajo de años el internalizar estas sanas costumbres en la población.

En lo inmediato sería de desear que las autoridades de educación, conjuntamente con entregar contenidos académicos en los colegios – en especial en jardines infantiles o primeros años de educación básica – se esmeren en formar en los pequeños la cultura del cuidado de su ciudad. Incluso de manera lúdica, a través de títeres, grupos teatrales que cause aun mayor impacto en los pequeños.

También en el hogar, los padres deben promover esta cultura en sus hijos a través del ejemplo. A menudo sólo es suficiente enseñarles, de manera práctica, como levantar del suelo el papel que arrojaron para depositarlo en un recipiente adecuado. Los niños suelen imitar las conductas de los padres y a menudo prestan más atención a lo que estos hacen (es decir al ejemplo)  a lo que estos dicen.

El mantener una ciudad limpia y atractiva es una tarea común en la que todos podemos desempeñar un rol especial, por pequeño que este sea.

Pero tenemos que hacerlo desde hoy, desde ahora mismo, para aspirar que en un futuro próximo podamos tener un Ovalle del que podamos sentir orgullosos. No de tener la ciudad más limpia, sino la que menos ensucia.

OvalleHoy.cl