InicioOpiniónOpiniónLa historia del Ovallino que casi fue a la cárcel de Alcatraz

La historia del Ovallino que casi fue a la cárcel de Alcatraz

Bueno, hace rato que estoy en mi querido Ovalle, pero como me han quedado tantas cosas por contar de mi reciente periplo a Estados Unidos las iré compartiendo de a poco.

Por ejemplo, que después de haber visitado el Gran Cañón y los imperdibles de Las Vegas, decidimos con Pedro Jr.  visitar San Francisco, la ciudad del gran puente Golden Gate y la famosísima cárcel de Alcatráz.

San Francisco está al noroeste de Las Vegas y a una hora aproximada de vuelo, así que podríamos ir en un viaje del día.

En Las Vegas el calor es extremo y llega normalmente a 40 o 41 grados de temperatura , así que salimos muy livianos de ropa. Pedro con sus Bermudas de mezclilla, y ambos con puras poleritas.

Lo que no sabíamos era que nos esperaba… ¡una bahía nublada y con mucho frío!

Y ahí estaban los rotitos, muy de mañana en San Francisco, con ropita muy veraniega, empalados de frío, y buscando alguna cafetería abierta para tomar algo caliente y esperar que abriera alguna tienda para comprar unas chalequitas.

Felizmente encontramos un lugar donde desayunaban temprano algunos oficinistas, y pudimos servirnos desayuno.

Más tarde salimos de la cafetería y…  a caminar “miércale”, en busca de algo para abrigarnos.

La única tienda que encontramos a esa hora fue una que estaba en liquidación. Claro los modelos eran ahí nomas, así que tuvimos que “bucear” un buen rato.

Finalmente encontramos lo único que nos servía: una chaqueta tipo “motoneta años 60”, que eligió Pedro, y una como de camuflaje para mí. Era lo único más abrigado que encontramos, así obligado a usarlas “puh”!.

Cuando me puse la mía, y me  vi en un espejo, no se porque me acordé de mi amigo “Pancho» Guerra.

Mientras me reía solo para mis adentros sobre la simpática asociación, Pedro se había estado fijando en las vueltas que me daba frente al espejo mirándome la chaqueta, y con su eterno buen humor me dijo:

–    ¡Buena “Rambo”!

Y los dos reímos de muy buena gana.

Solucionado el problema de abrigo, nos pusimos de cabeza a buscar un bus de turismo para recorrer la ciudad.

Como solo disponíamos de algunas horas del día, nuestro objetivo fue claro : el Golden Gate y Alcatraz.

El resto lo veríamos desde el segundo piso descubierto del bus. Ojo, el segundo piso del bus es descubierto.

No todo funciona bien por esos lados, así que  nos costó encontrar un bus disponible, y el que encontramos, estaba esperando “llenarse” para salir.

Y ahí estábamos,  sentados en el segundo piso, esperando la salida.

Después de larguísimos minutos, por fin iniciamos el recorrido por las famosas calles de San Francisco.  Las mismas de la famosa serie de los años 70 “Las calles de San Francisco” con Karl Malden y Michael Douglas. ¡Que entretenido!.

Después de recorrer el sector céntrico de la ciudad, y posteriormente la parte alta con sus famosas calles, el bus se dirigió al sector costero. Aquel que da a las aguas de esta hermosa bahía. Es algo así como transitar por la calle que da al terminal pesquero en Coquimbo.

Desde nuestro lugar en el segundo piso del bus de turismo pudimos apreciar la famosa cárcel de Alcatraz que se encuentra en una isla distante de la playa y que se ve perfectamente bien.

Lamentablemente el tiempo que teníamos a esas alturas ya no nos alcanzaba para hacer un tour directamente a la cárcel pero,  igual estuvimos muy contentos de haberla tenido tan cerca y haberla visto desde nuestra posición en el bus.

Continuamos nuestro periplo en busca del Golden Gate.

Algo raro estaba pasando porque, curiosamente,  no iba mucha gente en el segundo piso de estos famosos buses.

Y la verdad apareció de sopetón cuando empezamos a cruzar el famoso puente.

Apareció un viento cruzado de los mil demonios. De esos que te vuelan hasta los lentes ópticos con su fuerza.

Y ahí estábamos Pedro Junior y yo afirmando gorros y lentes para que este viento no se los llevara de recuerdo y se hundieran en las aguas del Pacífico.

Fue tan fuerte la fuerza del viento que decidí guarecerme en la escala del bus y desde mi protegida posición grabar un video a Pedro. Es un video muy simpático porque el viento jugó a su antojo con la cabellera de mi querido hijo mientras él disfrutaba como un niño de ese momento. Fue como cuando niños sacábamos la cabeza por la ventanilla del tren. Muy hermoso.

Terminada la visita, y mientras esperábamos el bus que nos llevaría de vuelta al centro de la ciudad, nos dieron ganas de ir a las “casitas”,  y fue así donde encontré la sorpresa más grande de mi vida.

Era verdad que aquí en Ovalle muchos amigos y amigas me habían sugerido que me presentara como candidato a Alcalde; pero,  y a pesar del las “miles y miles”  insinuaciones, siempre había respondido lo mismo: yo nací para amar a mi familia, para cantar y tocar la guitarra, y eso seguiré haciendo, así que agradecía a todos sus buenas intenciones.
Pero lo que nunca me esperé fue que mi fama llegara tan lejos.

Y, aunque no me crean, se me acercó una simpática y hermosa jovencita y me dijo:

–    “Ou Pedrou, nosotrous también, aquí en los Estados Ounidos, votaremos for usted, para Alcadei”

¿No me creen?…  aquí esta la foto! .

Buenos mis queridos amigos. Naturalmente los últimos párrafos son una simpática ficción. Solo que fue muy curioso encontrar a alguien en EEUU con una polera que dijera “Vote por Pedro”

Un abrazo y gracias por leer estos momentos de los viajes que Dios ha permitido que pueda hacer.

Pedro Vargas.

08 - 08 - 16 pedro vargas en San Francisco 2

OvalleHoy.cl