InicioultimasOpiniónChile: No hay que destruir este país maravilloso.

Chile: No hay que destruir este país maravilloso.

Estamos cumpliendo los 206 años de aquel 18 de septiembre de 1810, en que se formara la Primera Junta Nacional de Gobierno, es conveniente meditar sobre algunas cosas; ya sabemos que si como chilenos conscientes del presente, queremos planear con éxito el futuro, debemos conocer nuestra evolución histórica, conocer los elementos más trascendentales que han gestado nuestro modo de vivir.

La Junta de ese año no fue la primera en América, su propósito debemos aclararlo, no fue la independencia. Hoy rendimos homenaje al primer gobierno nacional con el que se inicia un proceso en que se suceden hechos y personajes que conducen a la Declaración de Independencia recién en 1818; y consolidada militarmente el 5 de abril de ese mismo año, con la Batalla de Maipú.

El 18 de septiembre de 1810, eran pocos los que aspiraban a conseguir la Independencia; pero allí se inicia el camino que conducía a ella, y además existía un desprendimiento no solo de su patrimonio personal sino también de su propia vida en aras de lograr la independencia de esta tierra. Desde un comienzo se probaron esquemas de gobierno para finalmente decidirse por la República Unitaria lo cual consolidó la Independencia y permitió y permite hasta hoy la defensa de nuestra soberanía.

En esta coyuntura se manifiesta el forcejeo histórico que ha existido en Chile, desde los tiempos de la emancipación entre los Padres de la Patria, en que algunos adscribían al pensamiento americanista del que se deriva la metodología de gobiernos federalistas. Si bien debe buscarse la descentralización del aparato burocrático natural del Estado, pero no con los grados de federalismo que interrumpa la marcha natural del país como ha ocurrido en Brasil, Venezuela, Argentina, entre otros. Se ha insistido en lograr autoridades paralelas en desmedro del funcionamiento natural de la República Unitaria.

Es delicado en esta coyuntura de desarrollo económico y recaudación fiscal en que se encuentra Chile, aumentar el gasto mediante paralelismo de autoridades y equipo que los acompañarían.

Esperamos que se reflexione con altura de mira y no se dejen llevar nuestros legisladores por un falso democratismo, por un oportunismo político o un chovinismo y emocionalidad transitoria.

Octavio Álvarez Campos

Profesor de Historia y Geografía

Coquimbo

OvalleHoy.cl