Después de tanta empanada, chicha, vino, choripán y asado, el cuerpo suele quedar con secuelas, las que son causadas por el alto consumo de aporte calórico y grasas saturadas.
Han sido cinco días de celebración de las fiestas patrias y culturalmente asociamos este festejo con el consumo de grandes cantidades de comidas hipercalóricas y la alta ingesta de alcohol, lo cual repercute en el organismo, con el aumento de peso y el aumento de alcohol en la sangre.
De acuerdo a especialistas es importante consumir dos litros de agua al día y con ello comenzar el cambio de dieta, a una liviana para desintoxicar el cuerpo de tanto exceso en carnes y grasas saturadas.
A su vez es necesario ingerir semillas,” ya que, al ser pura fibra ayudan a limpiar los intestinos”, como manifestó la nutricionista Camila Gonzalez Saa, quien añadió “también es necesario incluir el consumo de frutas y verduras de preferencias crudas porque son diuréticos y ayudan con la eliminación de toxinas, y por el aporte vitaminas, minerales, fibra, agua y antioxidantes lo que estimula el tracto digestivo”.
Con respecto al alcohol, es importante señalar que “existe una barrera entre la sangre y el cerebro que el alcohol logra atravesar sin dificultad, incidiendo rápidamente en nuestras funciones motoras”, como manifestó el psiquiatra Hernán Enzo, ya que, si bien no debería ser dañino al ser consumido de forma moderara, al ser ingerido en exceso altera el comportamiento de las personas, debido al adormecimiento de la corteza del cerebro.
Por ello tras las celebraciones dieciocheras es recomendable disminuir el consumo de alcohol y reducir considerablemente la ingesta de alimentos altos en grasas y calorías que en definitiva dañan el funcionamiento del organismo en el largo plazo.