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Sin rumbo y en alta mar

Estas últimas semanas, hemos visto como diferentes encuestas han situado a la Mandataria como el Presidente con mayor rechazo (77%) y con menor aprobación, (19%). A mi forma de ver las cosas, Bachelet, será recordada por ostentar dos grandes records; el primero por ser la Presidenta mejor evaluada al momento de dejar La Moneda en su primer mandato y el segundo, por ser hoy la Mandataria peor evaluada en los últimos 30 años.

Si bien las encuestas no son una verdad revelada, estas entregan información valiosísima respecto de la opinión ciudadana y del estado de ánimo del país en un momento preciso; permitiendo así, hacer comparaciones en una línea de tiempo para ver qué aspectos se están llevando de una manera adecuada y cuáles son los que deben mejorar, es por eso que esta información, es de suma importancia, pues permite validar la hoja de ruta que se está llevando a cabo o de lo contrario, enmendar.

Pero al parecer esto último es lo que le está costando al actual Gobierno; puesto que la Presidenta insiste en que los resultados de las encuestas no tienen que ver con el rumbo que le está dando a Chile, ni con el retroceso que a todas luces estamos presenciando en prácticamente todas las áreas (delincuencia, economía, empleos, listas de espera en salud, calidad de la educación y un largo etc.), pero que ella y la Nueva Mayoría se niegan en ver y prefieren adjudicar esto más bien a un problema comunicacional, sumada a la “campaña de desprestigio y del terror” que la oposición ha realizado de las diversas reformas.

El Gobierno de la Presidenta Bachelet sigue fallando severamente en sus tareas fundamentales, como son salud, seguridad, empleo y educación. Sumando a ello el incumplimiento de sus promesas de campaña; por ejemplo, aquella en que aseguraba gratuidad universal para la educación superior y que luego debiese reducir el número de beneficiados a 260 mil jóvenes el 2016, pero que en realidad, al final se le terminó entregando a 125 mil jóvenes (menos de la mitad de lo prometido y enmendado en el camino); una vez más sus promesas se vieron imposibilitadas de cumplirse, debido a la desprolijidad e improvisación de su plan de Gobierno.

Es así como vemos lamentablemente cada semana que tanto el Gobierno e incluso la propia Presidenta, van tomando mayor distancia de la ciudadanía; pues objetivamente hablando, sus mayores preocupaciones no son las urgencias que enfrenta Chile el día de hoy, (que son la gran mayoría consecuencias de las malas decisiones que se han tomado en estos últimos dos años y medio y que como no se enfrenta y no se actúa como es debido, sino como si todo marchara bien, el deterioro del país no hace más que avanzar progresivamente).

La ciudadanía percibe esa desconexión lo que incide por razones lógicas en una mala evaluación tanto en la conducción presidencial como en las gestiones de Gobierno; por lo tanto, el Gobierno no puede alegar que esos resultados corresponden a una fotografía del momento, puesto que estos son el fiel reflejo de haber hecho “oídos sordos” a las tareas fundamentales y en llevar de manera tozuda adelante reformas que a prácticamente a nadie interesan y sobre todo que esto no es algo de ahora o de ayer, sino que se viene repitiendo desde hace más de un año.

Los invito a que votemos en conciencia en las próximas elecciones municipales, pues reconstruir el daño, va a costar más tiempo del que ha tomado causarlo.

Por Susana Verdugo Baraona.

OvalleHoy.cl